Una Navidad mercantilizada
La Navidad propiamente dicha, Belén, un establo y el nacimiento allí de Jesús que inició su vida redentora que terminaría en una cruz, está siendo eclipsada aquí, y comercializada, en esa campaña de descristianización de España, que no es de ahora. Pero ahora se insiste más en ella, como todo quisque puede apreciar, sobre todo en Madrid y Barcelona, máxime en la capital catalana en donde la señora Colau lidera esa campaña anticristiana, sobre todo en la Navidad. En la que nos están metiendo a rosca a Papá Noel y Santa Claus con sus renos voladores portando los regalos para los niños. Los Reyes Magos de Oriente con todo su significado histórico y religioso han sido postergados al olvido.
Ayer la Navidad era ilusión, alegría y reencuentro de familias y seres queridos ausentes que, en torno a la mesa de Nochebuena, el mejor menú era la familia, su encuentro, amor y cariño, en muchos casos dispersos o perdidos por lejanos lugares del mundo. Hoy, de una manera generalizada, la Navidad es distinta, le falta el verdadero calor familiar y entrañable, y es más bien comercial porque todas sus compras y chalaneo por todas partes con los regalos que ya no traen los Reyes Magos sino Papá Noel y los dejará en el árbol de Navidad. Una Navidad que nos entristece al recordar aquella otra de nuestra niñez, tan distinta y lejana ya.
Y por si todo esto fuera poco se ha llegado ya hasta la falta de respeto e insulto a la Sagrada Familia de Nazaret. Ocurrió recientemente en una emisora de la radio estatal que sale en las ondas al filo de la medianoche. Y allí se dijo, con cierto choteo y desvergüenza (creo que actualizando a la Sagrada Familia hoy), que la Virgen María sería lesbiana, omitiendo las otras barbaridades que se dijeron de San José y los Reyes Magos. No queremos hacer más comentario, que dejamos al estimado lector. Únicamente diremos a esos radiofonistas que saben muy bien a quién dirigen su insulto y ofensa, porque a los cristianos en su padrenuestro Dios los manda perdonar a los que les ofenden, cosa que no ocurre con el Islam, que perseguiría y liquidaría a esos radiofonistas si se atrevieran a insultar y ofender a cualquiera de sus hombres santos, de lo que existen precedentes. Hay humanoides que no son dignos de vivir en nuestra sociedad.
¡Qué triste y dolorosa Navidad! Y el año 2020, ¿cómo será? Bueno, al estimado lector le deseamos que sea mejor, con salud, prosperidad e ilusión. Y un cordial saludo, amigo. Adiós.
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