España no es de cristal
A algunos agoreros se les llena la boca diciendo que “España se rompe”, e incluso hay otros que dicen que se rompió al establecerse el régimen de las autonomías.
Sin embargo, no recuerdan que España estuvo rota en dos mitades hasta que se estableció la democracia en 1975, y desde entonces, mal que les pese a algunos, vivimos en democracia, para lo bueno y para lo malo. Lo bueno es que vivimos en un régimen de libertades, y lo malo es que hay corrientes contrarias que las están torpedeando.
Afortunadamente, España no es de un cristal tan frágil como para romperse en mil pedazos, está hecha a prueba de golpes, y muchos más golpes debería recibir para traspasar su blindaje.
Un buen testimonio de ello es la sarta de despropósitos, de insultos y descalificaciones que se están vertiendo en el debate parlamentario de investidura, posiblemente el mayor ataque que pueda sufrir una democracia, que va a salir indemne porque está muy bien apuntalada y porque todavía somos mayoría los que la apoyamos.
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