Carta abierta a la directora del Sespa
Hace unos días, evidentemente, por razones de salud, tuve que acudir al servicio de guardia del centro de salud de Teatinos, pues previamente había sido informada de que si llegaba después de las 15 horas, debería acudir a este servicio, el cual entraba en funcionamiento a partir de dicha hora, ya que a esa misma hora terminaba el servicio de atención primaria. Pues bien, siendo las 15.15 horas de un día laborable cualquiera, me persono en el citado servicio de guardia, portando las radiografías que mi doctora de atención primaria había recomendado realizar, y cuál será mi sorpresa cuando, al preguntar por el doctor o doctora responsable, me indica quien se identifica como «la administrativa que acaba de llegar» que el doctor de guardia no está, pues está comiendo fuera del centro, siendo el argumento que justifica dicha acción negligente, el que el mencionado doctor había entrado a trabajar a las 8 horas de la mañana y aún no había comido, por lo que debo esperar a su regreso, sin que en ningún momento se aprecie en ella la mínima intención de interrumpir la comida del buen doctor.
Y yo me pregunto, ¿cómo es posible que un servicio de salud denominado de guardia arranque a funcionar sin personal responsable al frente o, lo que es lo mismo, con el personal responsable ausente?
¿Cómo una persona que ha comenzado su jornada laboral a las 8 horas de la mañana debe entrar o continuar trabajando en una guardia, con el consiguiente cansancio, agotamiento y/o falta de rendimiento?
¿Es el nuestro un país de chiste en el que la salud de las personas que en él vivimos carece de importancia o valor?
Pues bien, no es ésta una carta a los Reyes Magos, no es el mío un deseo vehemente de buena voluntad para el año 2009, es una carta dirigida a los responsables de la gestión de los centros de salud y, más en concreto, del funcionamiento de los servicios de guardia en los centros de salud, exigiendo que dichos servicios funcionen adecuadamente de una vez por todas.
Si un médico que esté de guardia tiene derecho a comer, como cualquier otro trabajador, deberá quedar otro médico en su puesto mientras el primero come, o tendrá que cumplir su jornada laboral, para salir a comer a su casa, y el que entre a cubrir una guardia llegará comido de la suya, o tendrá que comer en un «office» que se habilitará en todos los centros de salud (muchos trabajadores comen en sus respectivos puestos de trabajo), o se cerrará el servicio y se acudirá después de las 15 horas únicamente al servicio de urgencias del HUCA, en fin, lo que sea, pero lo que resulta de Juzgado de guardia (y valga la redundancia) es que un médico responsable de un servicio de guardia abandone su puesto de trabajo y se vaya a comer sin ningún tipo de reparo, no quede otro médico al frente y el posible paciente que a dicho servicio acude se tenga que ver obligado a esperar estoicamente las una o dos horas que de media puede durar el sencillo y, por otra parte, necesario acto de comer.
¡Como si son 10 minutos! La diferencia entre la vida y la muerte de una persona en la mayoría de los casos depende de la inmediatez en la actuación del médico que lo asiste.
¿O ya se olvidaron los señores gestores de que en fecha no tan lejana un paciente moría en el mismo centro de salud mientras esperaba resignadamente en el mismo servicio de guardia a que el médico al frente de dicho servicio regresase de comer? ¿Cuántas personas deben morir para que se solucione este problema? o... ¿qué fue de aquel eslogan que rezaba...«¡la salud es lo primero!»?
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