Una sola palabra
Ni gestos, ni miradas, habrá muchas voces, pero una sola palabra.
No, señores, no, no es una canción, es un mensaje diáfano, directo y nítido de Pedro Sánchez a sus socios de Gobierno.
Podría haber dicho la última palabra, pero ha querido ser elegante y ha cambiado una palabra por otra, con lo que cambia radicalmente su significado.
Si hubiera dicho que “el Gobierno siempre tendrá la última palabra” habría resultado excesivamente autoritario y difícil de aceptar y de entender por Unidas Podemos y por ERC, pero hablar de “una sola palabra y diferentes voces” puede parecer un eufemismo pero no resulta tan arrogante y, por tanto, complicado de digerir por sus “aliados” de Gobierno. Unos aliados que todavía no han dicho ni una sola palabra al respecto, aunque se supone que no dirán una sino muchas palabras, y será entonces cuando al líder del PSOE se le verá la cara, y según sus gestos y sus miradas sabremos si el mensaje que lanzó a sus socios era un “brindis al sol” para asegurarse su favor, y si estos le van a amargar la faena lanzando almohadillas al ruedo, que es tanto como decir que no se lo van a poner fácil.
Harán falta muchos más gestos toreros y miradas cómplices para que las múltiples voces a las que se refiere Pedro Sánchez se conviertan en una sola palabra.
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