Médico de familia en La Lila
Desde el año 1986 resido en Oviedo, me asignaron al ambulatorio de La Lila y hasta el día 13 del presente mes siempre he sido atendido estupendamente en este centro.
El sábado día 11 padecí una fuerte otitis, lo cual me produjo intenso dolor. Por ello, acudí al servicio de urgencias del citado ambulatorio, donde me atendieron con total diligencia y profesionalidad, tras la consabida espera, pues había bastante gente.
Bien, el lunes 13, decido pedir cita con mi doctora para comentarle el progreso y, si lo considerase oportuno, ofrecerme un tratamiento más eficaz, pues continuaba muy molesto.
Cuál no sería mi sorpresa al telefonear mi mujer para coger vez y, textualmente, la telefonista le dice: “¡Uy!, tengo aquí una nota de la doctora diciendo que no se le dé vez, que es de San Claudio”. Desde luego, no daba crédito a sus palabras, pero no porque tuviera razón o no, pues desconozco los procesos burocráticos del Sespa. Pero ¿ha visto mi historial?, ¿se da cuenta de que soy crónico y que podría tener algo importante que consultar? ¡Ah, no!, que para eso está Urgencias del HUCA… ¿Me equivoco?
Ahora viene mi pregunta: señora doctora, ¿no le parece una descortesía y una completa falta de tacto actuar de esta forma? Si usted no me desea a mí ni a mi familia como pacientes, por residir en la citada zona de Oviedo o por cualquier otro motivo, ¿por qué no me lo comunicó usted personalmente en su día, cuando tomó posesión de la plaza y actualizó mi receta electrónica? Si en persona no es lo correcto, ¿no puede enviarme una comunicación, un email o realizar una llamada telefónica, usted o quien sea?
Como usuario que soy y que pago mis impuestos al día, lo mínimo es que ustedes se pongan en contacto conmigo y me expliquen cómo, cuándo y dónde normalizar mi situación y la de mi familia, pues desconozco estos procesos. Por supuesto, he metido por el registro la correspondiente queja, espero ansioso su respuesta.
Aprovecho este espacio que me brinda el diario para agradecer desde aquí a D. Jesús Baizán, quien nos atendió muchos años, los desvelos por todos nosotros (mi padre, mi abuela, ya fallecidos, y el resto de los componentes familiares). Gracias, doctor Baizán, no debería estar usted como médico de familia, sino impartiendo clases de cómo se debe desempeñar esa tarea a los galenos de nueva factura antes de comenzar su labor.
Por último, no puedo dejar de citar a un grande de la pediatría, que ejerció también en La Lila: el doctor De Miguel. Gracias, mil gracias, allá donde estés, porque más que un pediatra, que lo eras y excelente, eras un ángel para los niños. Mi reconocimiento también a su enfermera, ya jubilada, por ser encantadora.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

