La lengua de signos sí incluye
El miércoles 15 de enero se le hizo una entrevista a Irene González, psicóloga de la Asociación de Padres y Amigos de “Deficientes” Auditivos (APADA), donde dice que el 95% de las personas sordas -no, perdón, que no oyen- “ya no conocen el lenguaje de signos y se comunican de forma oral”.
Primero me voy a presentar, yo no soy psicóloga, pero soy intérprete de lengua de signos, guía intérprete de personas con sordoceguera y mediadora comunicativa. Actualmente trabajo de los tres perfiles, que para haber solo un 5% de la población signante es una suerte. Sí, trabajo como intérprete de lengua de signos; sí, efectivamente, lengua, no lenguaje, empecemos a hablar con propiedad, ya que usted trabaja con personas que no oyen, vamos, sordos.
Estoy intentando hacer un acto de contención, porque quiero pensar en que ni se imagina el daño que puede hacer ese artículo a padres de un niño sordo que no puede ser implantado, o esa niña sorda signante que sus padres no conocen la lengua, o el adolescente que, aun estado implantado, tiene grandes problemas de comunicación. Porque usted está diciendo una gran falsedad y es que los sordos oralistas están perfectamente integrados y ninguno tiene carencias de vocabulario ni dificultades de compresión escrita... Desde luego que los hay, y un número mayor de los que no presentan ningún problema.
Por cierto, estarían mucho mejor, extremadamente mejor, y entenderían la vida de una manera más rápida si también supieran lengua de signos, porque una lengua nunca resta.
Esa afirmación de afortunadamente la lengua de signos se está extinguiendo... ¿afortunadamente? De verdad, tienes la poca vergüenza de realizar esa afirmación.
La lengua de signos aporta riqueza, cultura, identidad a un colectivo que no necesita que profesionales como usted le pongan más zancadillas.
Qué pena me ha dado leer esa entrevista, qué rabia. Siento comunicarle que no sabe de lo que está hablando, no conoce a la comunidad sorda, ya no quiero ni mencionar a la sordociega, que me da que no sabe ni de quién hablo.
Quiero terminar dejando un mensaje para esos padres que se van a enfrentar a un largo trabajo de rehabilitación de un niño implantado, o para aquellos que ni siquiera puedan tener esa opción. La lengua de signos suma, no le tengáis miedo porque algunos sí se la tengan por desconocimiento.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo