Somos personas sordas, orgullosas de serlo y de signar
Desde la Federación de Personas Sordas del Principado de Asturias (Fesopras), me pongo en contacto con usted en relación con un artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA el miércoles 15 de enero con el título “Un empresario puede contratar a un sordo con ayudas económicas e igual calidad laboral”.
Y lo hago ya que, en sus declaraciones, Irene González, psicóloga que trabaja en APADA (Asociación de Padres y Amigos de Deficientes Auditivos de Asturias), vierte numerosas afirmaciones y juicios de valor acerca de las personas sordas usuarias de la lengua de signos.
Entre ellos, “afortunadamente el ‘lenguaje’ de signos se está extinguiendo, hay una nueva generación de sordos”, que vulnera los preceptos y recomendaciones acerca del uso, respeto y protección de la lengua de signos que se contempla tanto en leyes nacionales como internacionales, e induce a contravenir la igualdad de trato y no discriminación que ampara a colectivos como el nuestro.
Por otro lado, decir que “la mayoría de las empresas sigue pensando en la figura del sordo signante”, para argumentar el alto desempleo que afecta a estas ciudadanas y ciudadanos sordos, automáticamente convierte en discriminatoria la campaña de empleabilidad que la señora González anuncia en el artículo. No olvidemos, asimismo, que dicha campaña, como se indica en el artículo, está financiada con fondos del Gobierno del Principado de Asturias, por lo que permítanme que ponga en duda que esté destinada a algunas personas sordas y excluya a otras.
Agradecería que esta carta fuera tenida en cuenta en su publicación, ya que opiniones como estas hacen un flaco favor a un colectivo cuya diversidad le engrandece. La “integración” o “no exclusión” de la que habla la señora González jamás debe estar condicionada por el uso de una lengua. Recordemos que las personas siempre deben ir por delante. Siempre. Además, desde Fesopras, entidad de y con personas sordas, con más de 26 años de trayectoria al servicio de las personas sordas y sus familias, reivindicamos lo que somos, personas sordas orgullosas de serlo, a las que no nos importa que nos reconozcan como tales.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo