Machismo versus hembrismo
No hay un solo día en el que no se nos restriegue por el morro el vocablo “machista”. Hoy, precisamente, hubo otro crimen contra una mujer y el titular, para no variar: “Nuevo crimen de violencia machista”; acto seguido, en el desarrollo de la noticia, se les llama a las cosas por su nombre, es decir, violencia de género.
Entiendo que, si se emplea este término, cuando toque dar una noticia en la que la agresora sea una mujer se debería llamar violencia hembrista.
Me molesta bastante esta tendencia, pues tal parece que se pretende dar a entender que el mero hecho de ser hombre te cataloga como sospechoso, cuando no es así.
Por lo que a mí se refiere, si es que le puede interesar a alguien, diré lo que hago en estos casos: si estoy viendo la televisión o escuchando la radio, cambio de canal.
Formo parte de ese grupo de gente que pasa diariamente por el kiosco a comparar el periódico en papel. No obstante, suelo tomar el café bien temprano y ojear los periódicos antes de comprarlo, y si veo un titular de estos, me ahorro el euro y pico que vale, pues no lo compro.
Hoy ha sido uno de esos días.
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