En La Corredoria ya no nos valen las promesas
Soy una madre del Colegio Corredoria II y con esta carta quiero poner de manifiesto por qué no nos valen las promesas. Necesitamos que el señor consejero de Educación nos asegure por escrito que la cancha cubierta que nuestro colegio necesita será realidad para el primer trimestre del curso próximo.
Voy a intentar contar la odisea que los niños que hoy están en nuestro cole y sus padres hemos pasado para llegar a donde estamos.
Curso 2004-05: no cabíamos en Corredoria I. Los niños que hoy están en 3.º de Primaria estuvieron en casetas (muy bien acondicionadas) hasta que se construyó el aulario de Infantil anexo a ese cole.
Curso 2005-06: nos mandaron al Corredoria II, pero éste aún no existía. En agosto tengo una foto delante del colegio con mis hijos y todavía estaba en obras.
Nos construyeron el aulario de Infantil y casi salvados por la campana entramos al cole. Ya se llenó.
Curso 2006-07: todos los despachos y aulas de especialistas pasaron al pasillo separados por mamparas de 1,20 metros de altura aproximadamente. Las clases de alternativas a religión o lengua asturiana se daban o en el pasillo o en una salita en la que creo que cabían un pupitre o dos. Dos de mis hijos, en años consecutivos, dieron clase en la sala de profesores.
Curso 2007-08: los niños de Primaria, 1.º y 2.º pasan al aulario de Primaria mientras el aulario de Infantil sigue lleno hasta arriba y los despachos siguen en los pasillos, el comedor aún se queda en el aulario pequeño.
El primer día de colegio un grupo de padres a la puerta del nuevo colegio le pedimos a la directora que nos enseñe las condiciones del colegio en el que acaban de entrar nuestros hijos. Las clases habilitadas para ellos estaban con el mobiliario imprescindible con la primera limpieza de obra hecha, pero el resto sin terminar y sin amueblar casi nada.
Algunos padres pelean por poder matricular al año siguiente a sus hijos en el Colegio Corredoria II en cualquier curso de Primaria ya que los niños mayores que empezaron ya en el cole son los de 2.º EP, para el año siguiente, harían 3.º
Curso 2008-09: pasan todos los despachos al aulario de Primaria y se amuebla el colegio. En el aulario de Infantil sólo caben los niños de 3 años; el resto: Primaria (hasta 5.º) además de Infantil de 4 y 5 años, pasa al aulario de Primaria. La AMPA paga una tarima en el suelo en las aulas de Infantil de 4 años para poder hacer la asamblea al inicio del día.
Riopedre promete la cubierta de una cancha en nuestro colegio.
Curso 2009-10: después de varias solicitudes y reuniones, se hacen obras en el colegio para soterrar los canalones que soltaban el agua de lluvia en la acera donde los niños hacían las filas y se asfalta parte del patio que estaba con césped.
Los padres exigimos la construcción del Colegio Corredoria III. El próximo curso ya no cabremos entre los dos aularios, el cole I ya está saturado también. Los padres nos reunimos en varias ocasiones con personal de la Consejería de Educación y con la concejalía de Educación, las asociaciones del barrio tuvieron una reunión en la que se planteó la necesidad de este colegio y recibimos el apoyo de todas ellas. Se mandó un escrito a la Consejería. El cole III parece estar en marcha, pero las excavadoras no han entrado en el terreno y dicen que estará para el curso 2010-11. Nos prometieron que tendría cuatro líneas y ahora parece ser que va a ser de dos, de manera que ya nace pequeño: no cabrán los niños que solicitan entrar en él.
Por otro lado, hemos esperado que se cumpliera la promesa del señor consejero de Educación de cubrir la cancha, y todavía seguimos esperando. A día de hoy tenemos casi 600 alumnos en el colegio y 142 solicitudes para el próximo curso. No sabemos dónde dar clase ni dónde hacer los recreos o las clases de Educación Física.
A todo esto, decir que el señor Areces ha inaugurado nuestro colegio dos veces y dos veces nos ha invitado a vino español, nos regaló un CD con lo que iba a ser el colegio y el IES. El señor Riopedre inauguró el curso escolar 2008-09 en nuestro colegio. Para esto sí vienen a visitarnos; para arreglarnos lo que quedó sin terminar, no.
Señor consejero: no más promesas, queremos obras hechas.
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