A nuestra Seguridad Social
Al servicio de urgencias del HUCA, al ambulatorio de Colloto, gracias y muchas gracias.
El lunes día 4 de noviembre de 2019, a las 08.45 horas, me encontraba yo con el vehículo en la carretera N-634 detenido en el semáforo que regula la entrada al polígono del Águila Negra en Colloto-Siero.
Frente al punto de cruce hay un trecho de carretera descendente de 140 metros con perfecta visibilidad, cuando se abrió mi semáforo antes de cruzar mire la carretera por precaución y no vi ningún vehículo que viniera hacia mí, cuando estaba cruzando sentí un gran estruendo y un aparatoso golpe en la parte delantera derecha de mi vehículo; tal fue el impacto que mi vehículo fue arrastrado hacia la izquierda derribando una señal de tráfico y quedando parado sobre esta, en posición descendente en la rampa de acceso, quedando yo tirado sobre el volante inconsciente, ya que tanto el asiento como el cinturón de seguridad cedieron. En ese mismo momento un señor que venía de Siero hacia Oviedo paró su coche y en muy pocos segundos me incorporó, me dio aire y evitó mi muerte por ahogamiento, llamó al 112, que vinieron en muy pocos minutos, me sacaron del coche y me estabilizaron.
Cuando estaba en la camilla el conductor del vehículo causante de este accidente al saltarse el semáforo en rojo preguntó a los sanitarios si yo oía y veía porque quería pedirme perdón. Muy afligido y dolorido contó un relato familiar y algo más por lo que venía distraído y muy preocupado.
Los detalles del relato me los han contado los testigos, ya que yo apenas oía y si vuelvo a ver a este señor no lo reconocería ya que solo veía una sombra nebulosa, tras pedirme perdón varias veces sentí pena y lástima y le dije con voz entrecortada: como no me ha matado le perdono y esto que ha contado no lo diga, yo por mi parte no voy a presentar ningún testigo.
El día 10 de noviembre de 2019, día de las elecciones, me fui a cumplir con mi obligación cívica al colegio electoral de Colloto apoyado en dos muletas; aproximadamente a las 19.15 horas sufrí un desvanecimiento y de nuevo fui llevado a urgencias en una ambulancia. En el momento del desmayo fui atendido por los miembros de las mesas electorales, por la Policía Nacional y por una señora llamada Blanca que me dio masajes y aire (por su eficacia creo que está relacionada con la sanidad).
Después del segundo ingreso en urgencias les dije a los doctores que quería ser tratado por los médicos del ambulatorio de Colloto y seguir la convalecencia en mi casa atendido por mi familia, a estos doctores les dije que yo quería hacer la rehabilitación en la Seguridad Social, a lo que me han dicho que eso es competencia de las aseguradoras y ellos no podían hacer nada al respecto. Efectivamente, me han enviado a una clínica privada de su confianza en la que empecé el lunes 16 de diciembre y en la que sigo tratamiento y donde me atienden bien hasta ahora.
Gracias a los doctores del HUCA, gracias a doña Blanca, muchas gracias a los médicos de Colloto doña Beatriz y don Saúl, muchísimas gracias a don Roberto por haberme salvado la vida y llamar al 112.
Por razones que no vienen al caso, conozco muchos países del llamado primer mundo y en todos ellos me he interesado por sus servicios sociales, hoy puedo asegurar y casi garantizar que los españoles ahora tenemos la Seguridad Social mejor del mundo.
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