Día de la Mujer Trabajadora
Quisiera tener un recuerdo para esas mujeres que lucharon por su familia. Me viene a la memoria una familia que tenía nueve hijos, en aquel momento pequeños. El padre trabajaba fuera del lugar donde vivían; la madre atendía a los hijos, la casa, el ganado y unas huertas que prácticamente era de lo que vivían. Años más tarde estos hijos tenían una situación desahogada, con las profesiones o negocios que hubiesen emprendido. O viudas que con pocos recursos conseguían dar una carrera a los hijos, etcétera.
Ahora las cosas han cambiado. No obstante, el otro día me sentí decepcionada, incómoda. Un partido político, que conseguía resultados aceptables, cuando en 2019 se celebraron en seis meses dos elecciones generales, este partido perdió cerca de 40 escaños; en ese tiempo, su dirigente dimite y abandona la política.
En tanto se celebran elecciones entre ellos, queda al frente una mujer joven, preparada, educada y con buena oratoria, tratando de mejorar los futuros resultados del mismo.
Se anuncian elecciones en dos autonomías, esta mujer quiere que miembros de su partido figuren en las listas de otro, cosa corriente, incluso para independientes. La dirección central acepta la petición.
Uno de los cabeza de lista, con dos, tres mayorías absolutas avalándole, se niega totalmente. El otro, sin los resultados del anterior, también se niega, hasta el extremo de dimitir de encabezar la lista. La sorpresa es que lo hace llorando. ¿Por qué llegar a estos extremos? Teniendo en cuenta que ese partido apoya al otro en Andalucía, Madrid, etcétera.
Pero el día no había terminada para esta mujer. Se la ve con cámaras y micrófonos, hablando con un miembro de su partido que posiblemente quiera en su día liderar el mismo. A la mujer solo se le oye: “En vez de tú y yo hablar en un despacho, será mejor que nos acompañen el resto de afiliados que lo deseen”. No se oye más con claridad, porque este hombre habla al mismo tiempo que ella y no se entiende bien. Posteriormente, este político va a la televisión para explicarse mejor. Lo triste es que las opiniones no van a favor de la mujer.
¿Dónde está el problema de trabajar para mejorar las condiciones del partido?
¡Mucha suerte, la va a necesitar!
Atentamente.
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