Despacio
Despacio, pero con paso firme, a la sociedad española la empujan hacia donde nadie desearía llegar, solo una minoría se siente tentada a trasladarnos a espacios donde se sienten cómodos. La inclusión en el gobierno de Unidas Podemos (podemos hacer lo que queramos, parecen decir) transformaron al PSOE que gobierna en un ente desconocido para casi todos sus antiguos líderes y muchos de los actuales, y a todos sus votantes que creyendo al líder, creían que votaban para no incorporar a Unidas Podemos en el Gobierno. Pero el líder les engañó.
No es fácil entender en democracia que un "neolíder" sin más capacitación práctica que la adquirida y practicada en la "nefasta" Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central (Complutense es un gentilicio de Alcalá de Henares) llegue a Vicepresidente de un gobierno y miembro del órgano de control del CNI, siendo su fuerza política la cuarta del Parlamento, con solo un 13% de los votos.
Don Pablo Iglesias, que es a quien me refiero, disfrutaba cuando veía apalear a un guardia civil o policía y ahora los tiene custodiando su capitalista chalet. Todavía hoy insinúa que metería en la cárcel al líder de la oposición, pretende prohibir los medios privados de información, apoya la independencia en Cataluña y forma parte de la mesa de negociación que en teoría pretende evitarlo. El y sus "socios" son colaboradores del desastre actual de Venezuela e incluso se atrevieron a diseñar una nueva moneda, siendo legos en la materia. No olvidemos que eso mismo lo hizo Belarmino Tomás en la Asturias republicana, separándose del Estado e imponiendo los "belarminos", que luego bien se apresuró a cambiar antes de huir a México. Su antigua "socia", doña Rita Maestre, amenazó a un grupo de fieles en una iglesia católica con quemarlos como en el 36 y aprovechando la circunstancia quemar también la Conferencia Episcopal. Tampoco olvidemos que esto ocurrió, aunque la moda actual es negarlo y ahora repunta, todavía, tímidamente. Días pasados ocurrieron en Asturias varios hechos, tales como el incendio de una iglesia, defecar en otra e intentar en Avilés quemar la cruz de piedra de San Nicolás, hay que ser bruto.
El intento de impedir que los centros concertados sigan educando en valores sociales y morales como los padres quieren nada tiene que ver con la educación propiamente dicha, es una forma de alejar a la sociedad de la Iglesia católica haciéndola más proclive a aceptar los falsos valores que "predican" estos modernos salvadores. Otro paso más en la misma dirección es la ampliación de la mal llamada ley de la memoria histórica que no tiene más objeto que olvidar definitivamente lo ocurrido durante el período república/frente popular y lo están consiguiendo. En mi generación, quizá la última viva, pocos son los que tienen memoria, generalmente transmitida, de lo ocurrido en esa época, por lo que podemos no verlo venir.
Lo peor es que esta silenciosa "revolución" no fue iniciada por un revolucionario "profesional" sino por un señorito "refalfiado" durante el franquismo llamado José Luis Rodríguez Zapatero, criado a la teta del franquismo de donde su padre chupaba. En la aldea asturiana "refalfiado" significa "cansado, harto ya de todo y mucha abundancia".
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