¿Cerramos el Gobierno al completo?
“La ministra Irene Montero, contagiada de coronavirus”. Es de tal irresponsabilidad (no el contagiarse, que le puede ocurrir a cualquiera) el participar en una manifestación de esa envergadura y catadura después de saber las posibilidades y el riesgo de contagio en ese tipo de saraos festivos. No diremos mucho de que eran ministras a la cabeza de esas reivindicaciones. ¿A quién pedían, si no a ellas mismas? Lo cual se les da mejor ser oposición a sí mismas, que, por ustedes, solucionar nada. Son populistas, folclóricas, demagogas, misándricas y, además, irresponsables.
Lo de Irene y Podemos es de traca barata. Desde el martes pasado, llevaban criticando la posición de Vox y de Ortega Smith por su acto de Vistalegre y exponerse a contraer el coronavirus, pues que les parece que ellas (hablo su lenguaje) le imitaron a la perfección y hasta salieron con el virus la una y otras que seguro lo tendrán.
Si cerramos todo negocio cuando aparece un caso de contagio, ¿ahora qué hacemos, cerramos el Gobierno en pleno? Ahora es cuando nos damos cuenta de que estamos en manos de ineptos y catetos con galones. Como los jóvenes no tienen riesgos, a quien debemos proteger es a las personas y colectivos más indefensos ante este virus. ¿Quién atenderá para ellas si los jóvenes se encierran en casa? Sacan a relucir su cobardía a flote como hacen gala en estos casos que debieran sacar valor. ¡Qué pena! ¡¡¡Honren su vida, caray!!!
El COVID-19 no matará a todos, pero les aseguro que por cobardía y psicosis colectiva morirán muchos de miseria, ruina y de cientos de enfermedades mucho más mortales que ésta. Ya que todo nuestro esfuerzo está en luchar contra un enemigo invisible queriendo ponerle puertas al campo, pertrechándose, sin conseguirlo, cada cual sin importarle los demás.
Nos dijo Sigmund Freud, padre del psicoanálisis y de la psicología moderna (1856-1939), que “existen dos maneras de ser feliz en esta vida: una es hacerse el idiota y la otra serlo”. Ustedes mismas (señoras ministras del PSOE y de Podemos), miren a ver dónde están encuadradas en esta verdad. Ser ministra no es para ser felices ustedes, es para hacer felices a los demás.
Para uno ser feliz tiene que estar el entorno feliz, no hay otra posibilidad. Si vemos que para los que tienen edades desde 60 años para abajo y no tienen otras patologías es benigna esta enfermedad, ¿qué temen? Solo les quedaría luchar por sus familiares, vecinos y amigos que no se contagien cuando son colectivos de riesgo. El resto creo que deben hacer una vida normal, no es posible sobrevivir si todos nos acobardamos y nos metemos en casa. Se paralizará toda la economía, llegará a desabastecerse de todo, luego saldrán en busca de esas necesidades, tarde. Saturaremos hospitales, se contagiarán trabajadores de la sanidad, ¿cerrarán también todos los hospitales? Faltará sangre, quirófanos, camas... si el Gobierno no calibra bien todo, puede que entremos en una crisis de todo: económica, de valores y de podredumbre generalizada.
Salvo que, como hizo China, se trate de acorralar el virus por un tiempo determinado en las zonas del foco principal. Pero creo que, en España, como pasó en Italia y otros países, es tarde, el virus está paseándose por delante de nuestras narices por todos lados. Es como poner puertas al campo. Las autoridades competentes deben dar directrices claras y concisas a cada individuo, la responsabilidad es de todos; si unos cumplen y otros no, de nada sirve. ¿Cerraremos cada supermercado allí donde se den casos de contagio? Que les parece que fueran todos y las gentes en sus casas aisladas donde no puedan conseguir alimentos y medicinas por estar todo saturado y cerrado. Dan un teléfono para llamar cuando alguien tenga sintomatología de posible contagio y resulta que pasan días llamando sin que nadie les coja el teléfono o no tienen suficientes efectivos sanitarios para tanta alarma (salvo para ustedes los políticos, que no les hace falta llamar, van allá a hacerles las pruebas). No sé, se me escapa que esa sea la solución a nada. Deben decir que llamen solo personas de riesgo o claras muestras de tener la enfermedad en su grado más superior, lo contrario es colapso.
Creo que las medidas a tomar deben ser consensuadas con el asesoramiento de aquellos lugares que parece lo están controlando, como China y Corea. El resto es precipitación como siempre. ¿Serán los mismos que tienen a millones de refugiados muriendo a las puertas de esta Europa cruel los que nos salven de esta pandemia y de sus consecuencias? Lo dudo mucho.
Por eso, los expertos deben alzar la voz y denunciar todos aquellos aspectos que les parecen perjudiciales no solo para el coronavirus, sino para no perjudicar patologías peores y que se tambalee todo nuestro sistema económico, social de bienestar y solidaridad.
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