Noreña, in memóriam
El próximo día 31 de marzo se cumplen cinco años de la retirada de la lápida de la fachada norte de la iglesia parroquial, tratando de silenciar y olvidar a los 34 represaliados por la República desde antes del 18 de julio de 1936 al 21 de octubre de 1937, esgrimiendo el cumplimiento de la ley 52/2007 de 26 de diciembre, llamada ley de la Memoria Histórica.
Por este motivo, aunque no seamos una asociación, que se podría llamar de “Los treinta y cuatro claveles”, no nos reunamos ni manifestemos en el lugar donde se retiró la lápida, algunas personas seguimos y seguiremos recordando a esas víctimas que fueron asesinadas sin que la autoridad republicana hiciera alguna actuación para impedirlo, al contrario, la República legalmente constituida no intervino, lo permitió. “Al inicio de la sublevación militar, el 18 de julio de 1936, Noreña quedaba bajo la autoridad republicana. En esos mees se produce la represión republicana. Pesquisas, saqueos, incendios en la iglesia parroquial y en la capilla del Ecce Homo, detención de sospechosos, presos en la capilla del hospital, y ejecución de 34 personas de Noreña. El 21 de octubre de 1937, el ejército nacional ocupa Noreña”. ... Páginas 88 y 89 del libro “Asturias concejo a concejo. Noreña", editado por “Real Instituto de Estudios Asturianos”.
Los distintos gobiernos de nuestra democracia que hacen uso partidista de la ley 52/2007 no tienen en cuenta todo lo acontecido entre españoles y la utilizan según sus intereses políticos. ¿Deberán tenerlos en cuenta a todos para la reconciliación y concordia?
La ley “por la que se reconocen y amplían derechos y establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura” no excluye a los asesinados por la República en ese periodo, al menos no lo explicita, pero se hace “memoria histórica” parcial de esos desgraciados acontecimientos, de igual forma que lo hicieran el franquismo y la iglesia Católica durante la guerra y el largo y penoso periodo de la dictadura para muchas personas.
Me acojo al “espíritu de la ley de reconciliación y concordia y de respeto al pluralismo y a la defensa pacífica de todas las ideas que guió la Transición”.
¿Será posible? ¿Verán nuestros ojos, envejecidos por la edad, una placa en la fachada del Ayuntamiento de Noreña, casa de todos, que recuerde a todas las víctimas de la guerra y posterior dictadura, como existe en otros pueblos de España?
En reiteradas ocasiones y con distintos gobiernos municipales, propusimos al Ayuntamiento de Noreña un texto en español y asturiano en los siguientes términos:
“El pueblo de Noreña, a todos sus hijos que perdieron la vida en defensa de sus ideales.
Que ninguna pelea ni guerra vuelva a separarnos. Que la fraternidad, la paz, la justicia estén siempre presentes entre nosotros.
Que el futuro nos proporcione días de armonía, hermandad y prosperidad en un mundo mejor”.
Esta propuesta va dirigida también al señor presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Sr. Barbón, y como dice la ley, “establecer medidas a favor de quienes padecieron persecución y violencia durante la Guerra Civil y la dictadura.
Atentamente.
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