Un remedio antisocial
Crisis, recesión, dos años perdidos y, ahora, una solución antisocial, como lo es ese hachazo a los funcionarios públicos y a los pensionistas. Demostrado queda hoy que cuanto prometió Zapatero ayer, socialmente, no era más que una engañifla y un camelo. Llamado al orden por Obama, Sarkozy y la Merkel, el presidente español optó por la peor y más nefasta de las soluciones, cuando la verdadera tenía que haber comenzado por arriba, por la Casa Real –para ésta la crisis es algo así como una anécdota–, el Gobierno, esto es, presidente, ministros y toda esa otra cuestionada clase política que tiene también un buen chupe en las ubres del Estado. Y fuera subvenciones millonarias a los sindicatos y partidos políticos, que los sostengan los afiliados con sus cuotas. Cierre inmediato de esas inútiles y fantasmagóricas embajadas catalanas, supresión de toda subvención a onegés de dudosa procedencia y cometido; en fin, ni una perra más a nadie ni a nada que no sea lo obligado y legal. ¡Ah!, y supresión de aquellos ministerios, como el de Igualdad, que son otros tantos fantasmas. Y una buena sangría.
Y esas sanguijuelas que son los bancos, ¿qué? Venga beneficios millonarios y para ellos no hay hachazo alguno. ¿Qué hay detrás de todo eso? Bueno, existen mafias de diferentes colores y cataduras, pero cuando la pasta gansa está por el medio, entonces se cierran bocas y bolsillos. A buen entendedor... Y el pagano siempre el ciudadano de a pie, al que se le dará la puntilla después con esa subida de impuestos que ya se ve venir, y que acabará por sumir a muchas familias en la miseria.
Zapatero está llevando a España a la ruina, con el consabido desprestigio para su partido. Éste debiera enviarle al paro y a León, sustituyéndole por otro más digno y responsable. Y formar luego un gobierno de salvación nacional que nos saque de la crisis cuanto antes y de la mejor manera posible. Con el horizonte ya un tanto despejado, convocatoria de unas elecciones anticipadas. Esto, o el diluvio.
Y a despegar con una nueva transición –ésta está ya hecha unos zorros– que saque del fango político a nuestra vapuleada democracia, complementado todo ello con la reforma total de la ley electoral, por la que clama toda la ciudadanía. Y la paz social y trabajo para todos, como principales objetivos a conseguir.
Ricardo Luis Arias
Aller
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo