España-Coronavirus, partido desigual
Crónica: el coronavirus, que se presentaba en nuestro país después de una agresiva y contundente pretemporada en China e Italia, con resultados que deberían habernos puesto en alerta, nos planteaban un reto difícil, aunque no le dimos mayor importancia porque en temporadas precedentes los habíamos vencido con relativa facilidad y, además, estábamos absortos en la celebración de eventos multitudinarios de todo tipo, en un ambiente festivo y disoluto.
El primer tiempo del partido, con varias prórrogas, ha sido un martirio para los nuestros, faltos de objetivos y preparación, tácticas equivocadas e instrucciones contradictorias por parte del staff técnico, hasta el punto que ni siquiera el apoyo de las distintas peñas de peperos, socialistas, podemitas... cada uno con sus eslóganes y pancartas, ha supuesto un revulsivo para la remontada, haciendo que el desaliento cundiera por doquier.
El cuerpo técnico, con esperpénticas y caóticas ruedas de prensa, ha creado tal desmadre y confusión que al final cuesta concluir si la derrota es debida a la agresividad del coronavirus, la falta de medios de protección ante el ataque enemigo, la falta de profesionalidad en los dirigentes o la nula presencia internacional.
En cualquier caso, la alineación inicial con Calvo, Marlaska, Montero, Illa y Simón, dirigidos en la banda por Pedro Sánchez, no presagiaba un final feliz.
Nos tomamos el enfrentamiento a cachondeo, mientras se sucedían las primeras jugadas con alevosas entradas víricas que fueron diezmando nuestro equipo sin que en un principio tomáramos las medidas necesarias para contrarrestar tal agresividad y virulencia.
A pesar de tantos inconvenientes, los jugadores más carismáticos del equipo (sanitarios, Ejército, Policía) a base de gónadas (masculinas y femeninas) han logrado ganarle terreno al enemigo, aunque la falta de dirección y el desmadre en la compra de material (respiradores defectuosos de proveedores alegales o burocracia momificada, entre otros) comprometen en gran medida el resultado final.
Conclusión: pulverizados por el juego incisivo, brutal e imprevisto del coronavirus, estamos sufriendo una dolorosa derrota, con bajas determinantes, a veces definitivas, con severas repercusiones cotidianas en todas las secciones del club, que requerirán importantes inyecciones económicas con vistas a la próxima temporada, con una plantilla renovada y caras nuevas que revitalicen al equipo e ilusionen a la masa social.
La experiencia está siendo un mal sueño, lo peor que nos ha pasado desde la ominosa Guerra Civil, y va a provocar que en las próximas elecciones se exijan responsabilidades y se tomen medidas drásticas, que pasan indefectiblemente por el cese fulminante del cuerpo técnico que no ha dado la talla mínima exigible para dirigir a este gran club, y la elección de un nuevo staff en el que el director deportivo sea un hombre con caché y experiencia, que anteponga la dirección de esta gran empresa que es España, y no tenga entre sus prioridades, portadas de “Vogue”, conciertos de “The Killers” o viajecitos en Falcon.
Mucho ánimo a los que se ven empujados a luchar por su vida y a los profesionales que, con su esfuerzo, dedicación y sacrificio, lo hacen posible.
Saludos cordiales
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