Confinados para conspirar
Todos hemos oído o leído en qué consiste la técnica llamada la “ventana de Overton”, que viene a ser una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado.
En palabras de Evgueni Gorzhaltsán: “Para destruir comunidades humanas, puede ser más eficaz que la carga nuclear, como arma”, y es especialmente extrapolable y fácil de aplicar en una sociedad tolerante y deshumanizada, donde los límites que protegen a la sociedad del abismo de la autodestrucción, se eliminan uno tras otro.
Pensemos por un momento en el repudiado y “simpático” coronavirus. ¿Se plantea Ud. solo, con su familia quizás, o con amigos, la posibilidad de que este virus haya sido creado ex profeso con un fin determinado, fácil de intuir?
Una pista: el biólogo y científico Shiva Ayyadurai, doctorado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), publicó en Twitter que el “alarmismo del coronavirus” entrará para la historia como “uno de los mayores fraudes para manipular la economía, eliminar el disenso y empujar remedios obligatorios”.
Interesante también la reflexión de Carlos Herrera en su columna de “ABC”: ¿por qué, se pregunta, España resulta ser el segundo país entre 195, el segundo, en el número de víctimas como consecuencia del COVID-19, si el virus venía de China, pero antes, teóricamente, pasó por Mesopotamia, Europa Oriental y el resto de la Unión Europea?
¿Coincidimos con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien calificó la emergencia sanitaria como “histeria” o “fantasía” alimentada por la prensa?
¿Cree que es una guerra biológica entre potencias mundiales como Estados Unidos con Rusia, para poder acabar con China? ¿Es un virus de laboratorio?
Y la pregunta del millón: ¿y si es un acuerdo global de las potencias mundiales más representativas? Aquí entra la “ventana de Overton”.
Desde la primera vez que escuchamos que éramos demasiados en la Tierra, que no había suficiente alimento para todos y, seguidamente, suficiente agua para todos, se abrió la primera “ventana de Overton”.
¿Qué ha ocurrido? Pues eso, que han ido pasando los años y cada vez somos más, consumimos más y agotamos más recursos. Consideramos, por lo tanto, que es aceptable asumir que somos demasiados; segunda “ventana de Overton”.
Para evidenciar que sobramos millones de personas, nada como el apocalipsis del cambio climático, guerras, emigración, hambre y enfermedades. Es obligatorio y sensato tomar medidas drásticas para la preservación del planeta; tercera “ventana de Overton”.
A pesar de todo lo predicado, la esperanza de vida se alarga cada vez más, no se agotaron los recursos, ni se produjeron tsunamis devastadores y sigue habiendo más y más gente consumiendo y contaminando, como comprueban y aceptan cada día millones de personas que leen prensa y ven televisión; cuarta “ventana de Overton”.
Sobran millones de personas, pero en paralelo las bombas demográficas de China e India son una amenaza planetaria.
No podemos permitirnos guerras mundiales porque con el armamento de hoy desaparecería el planeta, que es lo que pretendemos evitar.
¿Y la eutanasia? Proceso aún demasiado lento y demasiado impacto social.
¿Y un virus mortal que afecte a “todos”? Uhmmm, necesitaremos algunos mártires, pero eso está bien; quinta “ventana de Overton”.
Llegados a este punto, solo queda concretar a nivel político cómo, dónde y cuándo; y eso, ahora, ya lo sabemos.
Saludos cordiales
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