¿Quién manda en Cudillero?
Esta es la pregunta que uno se hace tras leer la noticia que publica este periódico este pasado sábado bajo el título: “Multan a la cuadrilla de obras por comer el pincho en una terraza de La Marina”. Si no fuese que el día de los Santos Inocentes ya se ha quedado lejos en el calendario, uno podría pensar que se trata de una inocentada. Pero no, por desgracia, la noticia es real y ya se ha hecho medio viral en las redes sociales. Como no podría ser de otra forma, la protagonista de la noticia vuelve a ser la Policía Local de Cudillero, a las órdenes del polémico sargento Iván Flórez Marina. Esta vez los discípulos del controvertido mando policial han sancionado nada menos que a la cuadrilla de trabajadores del Ayuntamiento pixueto que, supuestamente, estaban comiéndose el pincho de media mañana en unas mesas de la popular plaza de La Marina, donde se encontraban realizando labores de desinfección contra el coronavirus. La sanción, según recoge la noticia, se les practicó de acuerdo a la orden decretada por el Gobierno central de estar en la calle comiéndose el bocadillo y formando un grupo. Curiosamente, el jefe de obras del Ayuntamiento pixueto, Abelardo Cernuda, que formaba parte del grupo denunciado, fue el candidato de Ciudadanos en las pasadas elecciones y renunció a su cargo para seguir en su puesto de encargado de Obras.
Lo más llamativo de esta noticia es que el actual alcalde del concejo, el socialista Carlos Valle, asegura “no tener constancia oficial de las multas”. Es decir, que el jefe de la Policía (sargento) no da parte de la incidencia al Alcalde, igualmente ocurre con el jefe de Obras, que, supuestamente, tampoco le comunica nada al regidor. Y aquí es donde surgen las preguntas: ¿quién manda y gobierna realmente en el Ayuntamiento de Cudillero?, ¿el sargento de la Policía Local o el Alcalde, elegido democráticamente por los ciudadanos? Según me cuentan mis espías secretos en el concejo pixueto, el exalcalde Francisco González, que actualmente vive en Novellana, sale a pasear con su perro y solo recorre 450 metros, pues parece ser que está siendo objeto de un férreo control por parte de la Policía Local, que estaría deseando pillar en un descuido al popular Quico a más de 500 metros de su vivienda para poder sancionarle por incumplir la actual orden de confinamiento domiciliario. Y es que en Cudillero pocos olvidan la guerra que durante años han mantenido el sargento de la Policía Local y el que fuera el más popular y querido de todos los alcaldes hasta la fecha.
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