Aún puede ser peor, manda carallo
A medida que la incidencia en la salud vaya decayendo por la derrota, esperemos que definitiva, del dichoso bichito empezará a emerger con fuerza la incidencia en la economía real, que promete ser el Armagedón de nuestra sociedad presente y futura.
Me he levantado con la noticia que publica “La Vanguardia” y me he respingado.
En su literalidad dice así: "Alemania ofrece a España e Italia un rescate de baja intensidad".
¿Un rescate? ¿Por qué? ¿Y de baja intensidad? ¿Qué está pasando?
Pues pasa que nuestro país ha pedido dinero a Europa para contener el efecto diabólico en nuestra economía por el efecto del COVID-19, y nuestros socios bienamados han dicho que tururú.
Nuestro desmadre presupuestario no admite más dilación, ni más dinero, ni más contemplaciones, máxime teniendo en cuenta datos incontestables que preocupan y cabrean, si se me permite, a nuestros "hermanos" del Norte, como es el hecho de que, por ejemplo, seamos el país con el mayor número de políticos de toda la UE (300.000 más que Alemania, ¡con la mitad de población!) y el doble que el segundo (Italia).
Holanda, Austria y Finlandia, dice la noticia, encabezados por Alemania "über alles", ponen a nuestra disposición el fondo de rescate de que dispone la Unión Europea, tras la crisis del euro del 2010. Se llama MEDE y tiene 410.000 millones a disposición de los países que lo soliciten, siempre y cuando cumplan determinados requisitos, entre ellos y fundamental en nuestro caso, el compromiso del modificado (2010) art.135 que, como saben, entró en vigor el 1 de enero del presente año. La espada de Damocles está en:
1.- Bajar la deuda pública al 60% del PIB, actualmente en el 100%.
2.- Déficit público anual del 3% máximo, con la condición de que se cumpla el punto 1.
3.- Prioridad absoluta en el pago de intereses y capital, de la deuda pública de las administraciones.
Patada a seguir de Pedro Sánchez que, convencido de la imposibilidad de cumplir con lo comprometido, ya se había rendido con anterioridad, cuando hizo lo que hizo (pacto de gobierno) después de haber dicho lo que dijo: "No pactaré con populistas, ni antes, ni durante ni después. Eso son las cartillas de racionamiento, la falta de democracia, una mayor desigualdad y pobreza". ¿Fue una predicción, Sr. Sánchez?
Si tomamos este hilo conductor, nos encontramos con que últimamente el señor presidente y sus ministros han dicho y repetido las mismas frases, me imagino que con una intención, una dirección y un sentido determinados, que el común de los mortales todavía no alcanzamos a comprender:
"El interés general está por encima del interés particular".
"Estamos en guerra".
"Haré lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta...".
Por completar el puzle semántico con un punto esotérico y misterioso, incluyo lo que dice otro artículo de la Constitución, el 128:
1. "Toda la riqueza del país en sus distintas formas, y sea cual fuere su titularidad, está subordinada al interés general". (Recomiendo releer).
Cuando Julio Anguita, excoordinador general de IU, mencionó este artículo, añadió: "Ahí tenéis las expropiaciones."
Merry Martínez Bordiú, nieta preferida de Franco, le dijo a la ministra Delgado, en el Valle de los Caídos: "¡Que la maldición de desenterrar a un muerto caiga sobre vosotros!". Y digo yo, visto la que está cayendo, ¿no sería mejor devolver el dictador a Cuelgamuros y rogarle a Merry que nos libere de esa maldición?
Saludos cordiales.
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