La segunda gran depresión
Caídas en picado de las bolsas, espectaculares bajadas de los precios de las materias primas, millones de personas que, de repente, pasarán a engrosar la larga lista de pobres de solemnidad, legiones de parados, incertidumbres de todo tipo y caos, sobre todo caos, ¿cómo no iba a haber caos en una situación como esta? Cuando el precio del petróleo ha caído hasta el punto de que el barril de Brent del crudo mexicano, cuando escribo estas líneas, se paga a poco más de 10 dólares, incluso cuando en los EE UU alcanza precios negativos en algunas partes y te pagan hasta 19 centavos de dólar si te llevas un barril, es que algo muy gordo está pasando. La grave crisis sanitaria que padece el mundo ya lleva aparejada una gravísima crisis económica y llevará también aparejada una crisis social. Yo no recuerdo nada parecido desde la crisis que provocó el Crac del 29, tras una catastrófica caída del mercado de valores de los EE UU. Lo peor del Crac del 29 fueron sus secuelas, que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial. Y dijo el Maligno: “¿Hay alguien, en su sano juicio, que se atreva a discutir que el siglo XX fue enteramente mío?”. ¿Pensará Satanás adueñarse también del siglo XXI? Algunos expertos económicos prevén 47 millones de parados y el 32% de paro en los EE UU, y lo mismo, o incluso peor, podría pasar en otros países. Es en estas situaciones de derrumbe económico, de incertidumbre, de caos, cuando surgen los salvadores, los que dicen a los que necesitan agarrarse a algo que ellos son la solución. Ahora se habla de que, en este caldo de cultivo, podrían tener un gran auge los “populismos”, pero, llamemos a las cosas por su nombre, se refieren a los fascismos. Conocer la Historia es lo único que te salva de volver a repetirla y los jóvenes no conocen la Historia. ¿Quiénes se aprovecharon de la Gran Depresión de los años 30?, ¿quiénes los apoyaron?, ¿quiénes, en fin, llevaron al mundo a la más terrible guerra que se ha conocido? Recordemos para quiénes eran los primeros campos de concentración que se hicieron en la Alemania hitleriana y cómo, por ejemplo, califica ya la ultraderecha española al Gobierno de Sánchez en las redes sociales todos los días. Le dejo las sabias palabras de Bertolt Brecht: “Primero se llevaron a los judíos, pero, como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero, como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero, como yo no era obrero, tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero, como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero, como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero, ya es demasiado tarde”. ¡Cuidado!
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