Ley natural y belleza femenina
La ley natural es un concepto que creó el cristianismo basándose en la ley divina, inscrita por el Creador en el corazón de todos los hombres, y que marca las características permanentes de la naturaleza humana. Mantienen que la ley natural no puede admitirse como un naturalismo evolucionista ni como racionalismo porque es una ley inmutable.
Hasta el siglo XII no hubo gran discusión sobre esto, puesto que en Europa predominaba la guerra y la miseria. En el siglo XIII ya empiezan a crecer las ciudades, la cultura y el debate. Esta teoría fue defendida por los Escolásticos comandados por Santo Tomás de Aquino en un principio, y después por los Escolásticos de nuestra gran Escuela de Salamanca en el siglo XVI y XVII (Juan de Mariana, Luis de Molina, Covarrubias...).
El primero que puso en duda estas leyes inamovibles fue Copérnico en el siglo XVI, al decir que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés. Después, en el siglo XVII apareció Descartes diciendo que Dios es el Creador, pero que no todo está sujeto a sus reglas y que los hombres mediante la razón podemos evolucionar y crear nuevas cosas e ideas. En fin, que luego vino la Ilustración, la Revolución Francesa y las cosas cambiaron mucho.
Voy a nuestros días, a la rabiosa actualidad. Uno de los postulados del feminismo ultra es que, en los acontecimientos deportivos, como la F1 o el GP de motos, no se expongan azafatas muy atractivas porque es tratar a la mujer como “cosa” que sirve al placer masculino. Hay que poner en los anuncios, en la publicidad, mujeres y hombres que sean normales, con un canon de belleza común, normal, como lo que se ve en la calle comúnmente.
Soy una persona que lee muchos periódicos digitales y observo que en las esquinas ponen anuncios de ropa con fotos y vídeos de mujeres guapas, sobre todo en los de trajes de baño, ropa de cama, también en peinados o cursos online, lo que sea. A veces son lecturas de difícil comprensión y la vista se me va a la derecha o izquierda. Salgo a la calle y rara vez veo mujeres así. Los publicistas saben lo que hacen porque, ojo, si los hombres miramos más lo hacen las mujeres.
Sé que es propio de la ley natural que la especie humana se perpetúa a través de la unión de un hombre y una mujer, a veces hay que recordar esto; también que el Creador nos hizo iguales. Estoy seguro que esta igualdad era en cuanto a las funciones normales de nuestro cuerpo y mente. Pero, en mi opinión, no somos iguales en detalles. Unos son más guapos/as, y lo siento mucho, señoras feministas ultras, las mujeres bellas venden más, y no podrán acabar con esto. Es más, los periódicos que más ponen esta publicidad son los catalogados como “progres de izquierda”, los que bombardean todos los días con lo de perspectiva, brecha de género, etcétera.
Me atrevo a decir que, con la evolución, la publicidad a través de mujeres bellas se ha hecho ley natural, porque “cae por su propia naturaleza”.
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