Que paren las guerras, han dicho la ONU y el Papa
El Papa ha hecho suyo el llamamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, de un alto el fuego global para hacer frente de forma conjunta a la pandemia de COVID-19.
“¡Los conflictos no se resuelven a través de la guerra! Es necesario superar los antagonismos y contrastes, mediante del diálogo y la búsqueda constructiva de la paz”.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) demandó un “alto el fuego mundial” para que los actores globales concentren sus esfuerzos en colaborar para a hacer frente al avance del coronavirus.
El jefe de Naciones Unidas avisó de que los países afectados por guerras son especialmente vulnerables al virus, considerando que sus sistemas de salud están destruidos y un alto porcentaje de sus poblaciones se encuentran desplazadas y en calidad de refugiados.
“Cesen las hostilidades. Dejen de lado la desconfianza y la animosidad. Silencien las armas, detengan la artillería, pongan fin a los ataques aéreos. Es crucial que lo hagan”.
Sin embargo, Israel ha seguido bombardeando Gaza, Colombia amenaza a Venezuela y organiza expedición paramilitar, Arabia Saudí incrementa la guerra contra Yemen (La ONU considera la guerra de Yemen como la mayor crisis humanitaria del mundo, en un país que ya era uno de los más pobres, los combates han matado a por lo menos 12.000 civiles y otros 230.000, muchos de ellos niños, han muerto como resultado de las enfermedades y la escasez de alimentos provocados por el conflicto), Turquía invade Siria y ocupa parte de su territorio kurdo, EE UU lanza nueva arremetida contra autoridades venezolanas, y las medidas de terrorismo médico, contra Cuba, contra Venezuela, contra Irán.. ofenden a la humanidad en medio de la pandemia.
La ONU desde su máxima instancia y el Papa católico han llamado al cese de las guerras en curso. Hasta ahora únicamente el ELN ha declarado un alto el fuego unilateral.
¿Será el momento de insistir y persistir en la demanda de desmilitarización, de desarme nuclear, de que se detengan las malditas guerras?
Convendría apoyar esta declaración conjunta que pide el cese de todas las guerras y que se ponga fin a todas las medidas que afectan directamente a los pueblos en sus necesidades de alimentos y medicamentos.
Se trata de un rechazo de todas las sanciones y bloqueos económicos que se realizan no solamente en contra las leyes internacionales, sino, más bien, contra los pueblos y la seguridad de sus estados.
A las partes beligerantes les digo: Silencien las armas; detengan la artillería; pongan fin a los ataques aéreos. Es crucial que lo hagan... Para ayudar a crear corredores a fin de que pueda llegar la ayuda vital. Para abrir oportunidades de valor incalculable para la diplomacia. Para llevar esperanza a los lugares más vulnerables al COVID-19. Inspirémonos en las coaliciones y el diálogo que poco a poco van tomando forma entre las partes rivales para permitir nuevas formas de hacer frente al COVID-19.
Pero no solo eso; necesitamos mucho más. Necesitamos poner fin al mal de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Y esto empieza poniendo fin a los enfrentamientos en todas partes. Ahora. Eso es lo que la familia que somos la humanidad necesita, ahora más que nunca.
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