Miedo a morir

Este coronavirus puso al descubierto lo que intentábamos esconder dentro nosotros mismos, un miedo a la muerte sin control. Todos temen a la muerte, pero lo que nos ocurría a nosotros no era miedo, era cobardía. Somos capaces de pisotear a los demás, ahogarlos en el fango a costa de ir saltando por encima de todos para salvarnos a nosotros mismos. Solo nos importa nosotros.

Lo veíamos con los refugiados, los tenemos ahí desde hace años (a las puertas de esta Europa egoísta e insolidaria) muriéndose de hambre y frío sin que hubiéramos movido un dedo por ellos, donde había niños a montones. Lo veíamos en esas residencias de ancianos (tales cementerios vivientes) es cierto, muchos veníamos denunciando desde hace años. Residencias donde eran arrinconados por los pasillos, entremezclados todos, babeándose, cagados y meados, los dementes con los que tienen la cabeza en su sitio, sin los cuidados y divertimentos necesarios. Donde hasta un programa de televisión puso a luz deficiencias aún mayores en cuanto a no respetar medicación, aseo, limpieza, comida decente... todos lo veíamos y no movimos un dedo por ellos. Esperemos tomar buena nota y el Estado, solo el Estado, se haga cargo de esas residencias donde honremos nuestra vida y la de nuestros abuelos. Nada de negocio con ellos.

Qué decir de la protección y apoyo a familias y pequeñas empresas. Pensionistas en la picota, donde cuando ellos eran los que mantenían el sistema jamás se tambaleó, todo fue creciendo en orden y derechos. Ahora que debieran recibir lo mismo de los actuales aportadores llevan años diciendo que es insostenible el sistema, que los viejos debieran morirse antes: a fe que lo consiguieron con este maldito virus. Una sociedad que no cuida a sus mayores, está podrida en todo su ser.

Vivíamos en una nube, todo mentira, ni era la mejor sanidad del mundo, tan solo un sistema sustentado en carencias, todo bien avisado y que tampoco hicimos nada por remediarlo con aquellas listas de espera incomprensibles e inhumanas. Tampoco los empresarios eran empresarios, simples especuladores. Abandonamos nuestras industrias, pretendíamos vivir del turismo y de los servicios, así lo pagamos con miles de muertes, ya que dependemos de China y otros países hasta para respirar. Se nos trata de menores, se nos dice que las mascarillas y guantes no son necesarios, cuando no es así, lo que ocurre es que sería la ley de la selva decirnos lo contrario, ya que no somos capaces de surtir de esas protecciones a los médicos y enfermeras, como para tenerlas para todos...

Decíamos que el mejor sistema es la democracia, así es, pero no una democracia donde los aparatos de los partidos dominen el medio, donde sean ellos los que elijan sus candidatos, la mayoría salidos de las juventudes de los propios partidos, sin haber dado un palo al agua en su vida. Así nos encontramos con un PP donde el candidato n.º 1 es un individuo sin experiencia y que hasta para aprobar sus asignaturas se las convalidaban por paquetes completos y otros compañeros sin acudir a clase y exámenes. Su asesor principal es otro mediocre que logró ser campeón de España en lanzamiento de escupitajo de pepitas de aceituna. Los demás partidos no le van a la zaga, inexpertos hombrecillos de cartón. Unido al populismo y al independentismo, la tortilla sale esparramada.

La prueba es que esos países con dictaduras son los que nos están surtiendo de lo necesario para paliar como podemos esta crisis, son esos países los que nos dieron una lección, sin disciplina, sin una educación con rigidez en las normas, donde prevalezcan los deberes a los derechos, todo lo tomamos al pito sereno. Esos países nos dieron una lección a todos los demás, salieron de esta crisis sin la masacre de muertos y sin la crisis económica que vendrá detrás.

Estos de Podemos (con la ayuda estelar de este gobierno que les necesitaba) tenían una lucha por la "igualdad" y el ecologismo enfermizo ¡lo consiguieron! sin ellos ser partícipes en nada, ni para lo bueno, ni para lo malo, salvo esas manifestaciones del 8M que trasportaron el virus sin límite: irresponsables. Querían limpio el mundo de gases invernadero ¡lo consiguieron! Se paralizó el mundo. Querían igualdad, ¡ya la consiguieron!: todos arruinados. Solo les faltó decir que querían el sostenimiento de las pensiones ¡están conseguidas! Sacrificamos a miles y miles de ancianos y todo resuelto, a volver a la buena vida.

¿Aprenderemos algo de toda esta pesadilla? Lo dudo, seguirán vividores y especuladores manejando a estos políticos de pacotilla. Decía no sé quién, y tiene razón, no debieran permitir un solo cargo importante con edad inferior a 50 años. Se necesita experiencia y estar curtido para salir de situaciones así.

Luego lo de los aplausos (se los tienen merecidos todos ellos) pero mientras se esté muriendo gente a mogollón, no hay tiempo que perder, ya habrá tiempo de aplausos y de medallas después de la batalla ganada. El mejor aplauso es darles todos los medios de protección y si de esfuerzo y reconocimiento se trata, pagarles lo que merecen.