Policía y espectáculo
Siempre creí en el acercamiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad con la ciudadanía. Algo intenté hacer durante mi carrera profesional al respecto y por eso apoyo todo gesto asistencial de los que se hacen eco los medios de comunicación estos días.
Tanto los gestos asistenciales con los mayores y desprotegidos como simpáticos detalles con niños que cumplen años y que tienen a la Policía como referente en lugar de a algún futbolista son y serán actos que nos honran como servidores públicos.
Dicho esto, y sin ánimo de ser aguafiestas, creo que coincido con más de algún compañero o compañera en que los policías no somos “cantajuegos” ni este estado de alarma es un casting de “talent show” uniformado.
Hágase el trabajo encomendado, mejor con cierta mano izquierda cuando se pueda y cuando no con la contundencia mínimamente indispensable, que creo que la sociedad nos lo agradecerá más.
Por desgracia, ciertos avatares de la vida me apartaron del servicio, pero, lo mismo que hago el ganso en casa como particular, no me veo de uniforme haciendo coreografías.
Que conste que es mi particular punto de vista y bajo ningún concepto quiere suponer un descrédito para quien lo ve de otra manera, y doy por sentado que las cosas que hace las hace desde la mejor de las voluntades, todas dignas de agradecimiento.
No obstante, de una manera o de otra, gracias siempre. Siempre tendréis en mí a un compañero más.
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