Los miserables con las vergüenzas al aire
Lejos de pedir perdón (o callar, simplemente), “ilustres” abanderados del cretinismo globalizado (el último, Juanga Rufián) no han sido capaces de respetar tan siquiera, la onomástica de don Amancio (acompañada de nueva donación), y he de confesar que la incomprensión de tanta inquina y pobreza moral me altera los marcadores hepáticos.
Todos los que al inicial toque de corneta del señor Iglesias: “No se puede consentir que la salud de nuestros hijos o de nuestros padres dependa de las limosnas de un multimillonario; que se entere el señor Amancio Ortega”, han “liquidado” demagógicamente al señor Ortega, por un lado, no han salido a pedir perdón; por otro, no han salido a criticar, maldecir o criminalizar a otros muchos personajes públicos, multimillonarios también, que, en un acto de compromiso y solidaridad, han hecho importantes aportaciones para “la salud de nuestros hijos o de nuestros padres” (¡y parejas! Las suyas también), en diverso material sanitario, vital en la lucha contra el coronavirus, en defensa de los más expuestos al contagio, y de los más de cien mil (siete millones, según Imperial College de Londres) que están positivos.
La aportación de don Amancio a estas causas solidarias habría que multiplicarlas por diez, mínimo; sin embargo, los miserables, encerrados en sus madrigueras rebosantes de miseria, no han salido a dar la cara; me cuesta creer que estén esperando a Semana Santa para mortificarse y redimir sus penas con el ayuno y otras penitencias corporales, como el cilicio y la flagelación a dos manos.
A ver, vosotros, hordas de trolls, que tenéis “un gen deforme, un gen raro” (en acertada expresión del conductor de Cuarto milenio), masas cretinizadas por medios de propaganda sistémica, ¿qué habéis hecho vosotros, miserables, por los demás? Dad la cara y pedir perdón, coño.
En un país democrático normal, alguno ya habría sido lapidado, y su cadáver, devorado por perros callejeros (por evidentes razones de salud pública, los perros deberían, a su vez, ser eutanasiados).
Copyright de hemeroteca: “El caso del ébola es una muestra del coste que tienen los recortes y de la incompetencia del Gobierno. Hay responsables; que den la cara”. Pablo Iglesias. 2014
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