Nuestros mayores
Me llegó un vídeo hermoso, habla de la generación actual de mayores, los que han luchado en su juventud y madurez por causas justas y dignas...
Por la paz y la democracia, por la igualdad de las mujeres, para eliminar el racismo...
Y ahora, de nuevo, son ellos quienes tienen una revolución pendiente.
No debemos asumir que la Real Academia de Española incluya en la definición del término vejez: “Achaques, manías, actitudes propias de la edad de los viejos”.
No debemos aceptar que el Fondo Monetario Internacional considere que las personas mayores somos un problema y una amenaza para la economía, que vivimos demasiado, y que hay que acabar con eso, y ya, porque es un riesgo.
¿Qué harán con nosotros?
No debemos permitir que solo se nos asocie con: carga social, deterioro físico, inutilidad, aislamiento, dependencia, enfermedades, mala memoria, analfabetismo digital, nietos, bailes de salón...
Y no queremos una segunda juventud, esa etapa ya está superada.
Ahora está en nuestras manos vencer el viejismo, romper con los estereotipos y cánones de la vejez.
Sí a hacerse mayor entendiendo como cuidarse, activarse, volver a enamorase, descubrir, hablar de derechos o construir nuevos sueños.
Sí a estar orgullosos de nuestra edad y de haber llegado hasta donde hemos llegado.
Sí a mantenernos concienciados socialmente y preocupados por la incertidumbre política y las injusticias del presente.
Formamos un grupo numeroso y heterogéneo; somos personas diferentes entre sí y con necesidades diferentes.
Eso sí, nos unen serenidad, experiencia, sabiduría, respeto, independencia, tranquilidad, templanza, coraje y fuerza.
Bernard Shaw, dramaturgo y premio Nobel, decía que no dejamos de jugar porque nos hacemos viejos, envejecemos porque dejamos de jugar.
Una sociedad lúcida y avanzada debe dar protagonismo a las personas con más experiencia y conocimientos, y ofrecerles oportunidades para que sigan activos.
¿Mi edad? ¡Qué importa! Tengo los años necesarios para no tener miedo y hacer lo que quiero y siento.
Adelante, empieza la revolución: “STOP AL VIEJISMO”.
No añado nada más que esto: la pesadilla por la que estamos pasando sería menor si fuera gestionada por gente mayor.
Plagio hermoso.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo