La esperanza
Otro día más confinados en casa, en esta cuarentena que jamás hubiésemos creído, pensado, 22 días y aumentando, gente angustiada, otra inconsciente sin ver, sin darse cuenta de la gravedad del asunto; el mundo entero paralizado por una epidemia llamada coronavirus. ¿Nos lo llegamos a creer? Parece que estuviéramos en una mala pesadilla de la que no hay manera de despertar. Pero está la realidad y es esta, colegios, institutos... negocios, hostelería, autónomos... todos cerrados; simplemente, la cadena de alimentación, sanidad, limpieza, estancos, información periodística y fuerzas del Estado activos. Y nos preguntamos... qué nos ocultaron, por qué se les fue de las manos, por qué China es el único país donde lo consiguieron contener...Y, como siempre, España a la cola; para la juerga, aquí apoyan todos, alemanes, suecos... pero a la hora de dar la mano, el corazón y la ayuda... desaparecen del combate y sin ninguna vergüenza ni pudor. Gracias a nosotros mismos, que tenemos esa fe, esas ganas de vivir, esa alegría asturiana, y sí, por qué no, este país fiestero que no quiere perder su esencia, música en los balcones, aplausos para aquellos que nos salvan, artistas, cantantes, anuncios... que nos hacen estar más unidos que nunca, brindando por la vida, porque juntos somos el mejor equipo, apoyando a los que están sufriendo, luchando contra este virus que nos llegó, a día de hoy sin saber ni cómo ni por qué. Por ellos: ADELANTE.
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