Generalizaciones injustas
“Cada uno tiene que ser responsable de sus tareas y hacerse cargo de sus decisiones. Cuando se habla de jugadores habría que dar nombres, si no se nos ensucia a todos”. Leo Messi pronunció estas palabras para defender su trabajo y el de sus compañeros ante las insinuaciones de su propia junta directiva. ¿Que por qué les escribo esto? Ahora lo van a entender.
He leído su editorial de 29 de marzo felicitando a la sociedad civil asturiana en general por su comprensión, resistencia y solidaridad, así como a tantos servidores públicos que, en general, cumplen con su deber de mantener el orden y socorrernos con gran abnegación y a riesgo de su salud.
También, según ustedes, esta crisis desnuda a dirigentes inútiles y a “esa parte de la administración que ve los toros desde la barrera”.
En general.
Soy funcionario de los Servicios Tributarios del Principado (abro paraguas). El lunes 16 de marzo nos fuimos a casa tras haber acudido a trabajar, obedeciendo las órdenes del Gobierno central. Al día siguiente, mis compañeros informáticos iniciaron un gran trabajo que posibilitó que todo el personal pudiese trabajar desde casa en esta situación excepcional, a pesar de los problemas técnicos y de seguridad que (imagino) han debido resolver en tan poco tiempo.
Así pues, teletrabajamos. Y se hace lo que se puede, que en algunos casos es todo y otras veces casi nada, porque lógicamente no hemos podido traernos a casa esos expedientes que (supongo que todos) dan ustedes por “atascados”. También es cierto que, siendo nuestro cometido, como saben, el recaudar impuestos, igual preferían tenernos en casa sin hacer nada.
Por tanto, les pediría que, cansado de que se refieran a la administración (y a sus empleados) como problema, en general y por una sola vez (porque ahí está la hemeroteca de su periódico), nos incluyan en la sociedad civil, de la que, sin ninguna duda, formamos parte, porque dicha sociedad civil -incluyendo la sanidad, con sus fallos y listas de espera; las fuerzas de seguridad, con algunos casos de arbitrariedades y abusos; las pymes y autónomos, a veces penalizados por fraude; la educación, en ocasiones incompleta y doctrinal..., y así hasta el común de los mortales, con todas las faltas que pueda cometer- está (estamos) aportando lo mejor de sí misma para salir de esta crisis lo más fortalecida posible. Den por incluida en esa relación a la prensa libre, tan necesaria en nuestra sociedad por muy tendenciosa y sesgada que pudiera resultar su mirada. A veces.
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