Carta a mi hija Lucía de 7 meses: algún día te contaré cómo
Siete meses y ya has vivido una cuarentena.
Algún día, cuando crezcas, te contaré cómo el mundo se paró, cómo todo se detuvo a un nivel que los humanos, tan presos de las prisas, de las redes sociales y de las cotidianidades de la vida, jamás creímos posible.
Cómo empezamos a vivir sin darnos cuenta, en carne propia, una serie de Netflix, o una película de esas que tanto hacen sobre el fin del mundo. Porque lo cierto es, ya sea por positivismo, ingenuidad o ignorancia, que nunca creemos que cosas así puedan realmente pasarnos.
Te contaré cómo no podíamos visitar a los abuelitos, pero cómo la ausencia era más que nunca una demostración de amor y presencia.
Te contaré cómo dejamos de comprar cosas y nos dimos cuenta que lo necesario e imprescindible realmente es mucho menos.
Te contaré cómo los padres podían estar todos los días con sus hijos, jugar con ellos e inventar rutinas para hacer el día menos monótono, obligándose a conocerse más y a matrimonios redescubrirse.
Te contaré cómo la naturaleza y los animales respiraron más que nunca, porque sin darnos cuenta los ahogábamos día a día.
Te contaré también la realidad de cuántos amigos, padres, hijos, hermanos y compañeros de trabajo tuvieron que marchar lamentablemente sin que pudieran despedirles.
Te contaré lo mucho que echamos de menos en ese tiempo ver a los amigos, tomar un vino con ellos o darles un abrazo fuerte sin miedo al contagio.
Te contaré también cómo al llegar a casa, en vez de abrazarte fuertemente, tenía que contenerme mientras me mirabas desconcertada, para aislar todo lo que hubiese llevado al trabajo, con tal de protegerte.
Te contaré que más que nunca entiendo la responsabilidad que conlleva mi profesión y cómo especialmente ahora, a pesar de los riesgos, me siento agradecida de haber escogido.
Te contaré lo solidarios que nos volvimos entre nosotros, y cómo cada noche se escuchaban estruendosos aplausos a lo largo de todo el país, logrando que vecinos que nunca antes se habían visto empatizaran.
Cómo esta vez las redes sociales se convirtieron en algo muy positivo al acercarnos a los nuestros... y cómo cada día nos levantamos preocupados por aquellos que teníamos tan lejos.
También te contaré lo feliz que has sido esta cuarentena, teniendo a papi en casa para jugar cada poco.
De las tardes improvisadas en la terraza jugando, simulando que fuimos al parque.
Te contaré de cómo tuviste a tu abuela más tiempo en casa, y de lo mimada que has sido cada día, entre canciones “La vie en rose” y conciertos de piano, gracias a los vuelos prohibidos.
Te contaré, seguro, de las tardes de cocina, de cómo te gustaba mirar con extrema concentración cada detalle.
Te contaré cómo las cosas simples: ir al supermercado, dar un paseo, saludar con un beso, o un apretón de manos, se convirtieron en lujos inaccesibles durante una temporada.
Cómo las calles estaban vacías, pero a la vez invadidas por seres alienígenas con mascarillas y guantes, de los que tenías que separarte al menos a metro y medio de distancia apenas los veías.
Te contaré que el país entero se abrazó a la incertidumbre, y en gran parte a la tristeza, por tantos hermanos perdidos en el transcurso de esta lucha.
Te contaré cuánto nos dimos cuenta de que sin salud no importa nada.
Pero, sobre todo, espero contarte...
Que aprendimos a valorar cada día, cada momento, cada instante... por nuestro propio bienestar y en memoria de todos aquellos que nunca podrán contarlo.
Que el ser humano no olvidó esta llamada de atención y nos convertimos en hermanos, en solidarios, y que tras esto logramos unir a las naciones, dejando de un lado tantas cosas superfluas que nos dividían.
Espero contarte que, a raíz de esto, tendrás un mundo más sano, más limpio, en el que podrás crecer y crear con una dulce libertad tus historias.
Espero contarte que no olvidamos que no somos dueños de todo, y trataremos con amor a la naturaleza.
Espero contarte que nuestra fe en Dios creció, y que todo lo sucedido no cayó en un aljibe sin fondo.
Te contaré que existió un virus llamado coronavirus 19, para el que ya tenemos vacuna.
Te contaré que antes de lo que pensamos todo fueron buenas noticias y salimos adelante con muchas más fuerzas que antes.
Te contaré tantas cosas... pero, sobre todo, espero contarte que, a pesar de estos tiempos, nunca me sentí tan afortunada como hasta que tú llegaste.
Tú, mientras, sigue feliz como hasta ahora, cumpliendo meses, que ya habrá mucho tiempo para contarte...
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

