¿Doce años de autónoma para nada?
La palabra incertidumbre es la más acertada. Tras doce años de autónoma, toda una vida de actividad y unos cimientos bien formados, este terremoto llamado pandemia lo tambalea todo. Las medidas llegan, por cuenta gotas, bien para unos y pico y pala para otros. Conseguimos poner a salvo temporalmente a nuestros empleados, debemos garantizarles el puesto de trabajo al volver “cuando todo esto acabe”, pero ¿podremos mantener las empresas después? ¿Incluso aquellas que por la lotería de la “actividad esencial” sigan funcionando?
Viene recomendada por Pablo Álvarez, así que, si pudiera ir remarcada en la opinión del coronavirus, perfecto! Muchas gracias.
El aplazamiento de pagos es la medida estrella para los autónomos y pymes, y la concesión de microcréditos a través de las líneas ICO, pero no olvidemos que has de pasar primero por la evaluación de riesgos de la entidad por mucho que te avale el Gobierno. Esto solo es generar deuda mientras continuas sin ingresos. El alquiler, suministros básicos (al menos los tributos locales se han suprimido temporalmente), seguros y los gastos domésticos de cada uno continúan. Las ferias, fiestas y eventos se van suspendiendo, la capacidad de recuperarse se va mermando… ¿Hasta cuándo podremos soportar? De nada sirve que nos lancen un flotador si seguimos a la deriva. Luego, cuando lleguen esas fechas topes, que aún no hayas podido recuperarte de las pérdidas, es cuando aparecen los tiburones en escena. Mientras no veamos tierra firme seguimos nadando mar adentro.
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