Dejad que la naturaleza se ocupe de los mayores
Me sobrecogen las noticias que estoy leyendo sobre la falta de humanidad mostrada sobre los mayores enfermos en algunas naciones ejemplo de progreso y economía, como Holanda: todo aquello que no es rentable sobra o hay que prescindir de ello. Naturalmente, una economía de mercado especulativo y cruel no está para sensiblerías ni para gastar dinero casi inútil, de ahí que les asombre que España ocupe ucis para curar a los abuelos, que ya bastante tienen con estar en el hospital recluidos sin familias y solitos con sus recuerdos esperando a ser curados y rezando los creyentes para que les sea leve el dolor y poder dar un abrazo a sus hijos queridos. Quien olvida a sus mayores está condenado a no ser feliz en la vida, que no olvide que a esa situación todo el mundo debe llegar y el recorrido no es tan lejano como se imagina quien así decide y legisla.
Las grandes civilizaciones se basaban en la consideración a los ancianos, los hombres de experiencia y de sabio consejo: tribus y pueblos primitivos no dejaban de respetar y considerar a sus mayores como referentes, agradecimiento a su vida de lucha y sacrificio por los clanes, civitas y naciones hasta que la muerte les llegara, pero con el mayor cuidado de sus seres queridos y siempre acompañados. ¿Qué sociedad hemos creado o estamos creando? ¿Acaso ya somos robots que no tenemos corazón?, ¿estamos dejando de ser humanos?
Vean que en las grandes civilizaciones de Egipto, Grecia y Roma sus ancianos eran escuchados, venerados y admirados, y en tribus de las remotas selvas –hasta en los monos beduinos sus madres llevan a sus hijos muertos durante días con ellas–. Sociedades que no respetan a sus mayores están condenadas a desaparecer tarde o temprano, y nosotros desgraciadamente ya hemos empezado y hay un aire de praxis economicista que da terror a quien pueda pensar algo sobre esto. ¿Se merecen nuestros mayores estas actitudes? Está bien que no se crea en ninguna religión, el hombre es libre, ¿pero hay alguna que ponga fin a sus mayores? No conozco al menos ninguna, ni la luterana, donde algunos se amparan en su forma de pensar práctica; pues bien, nosotros ya somos dioses. Hemos decidido que los mayores son una carga social, que la naturaleza los juzgue y que los dejemos morir o sanar por sí solos, sin cuidados ni gasto económico. Me da miedo esta sociedad y cada día temo menos a la muerte por lo que se pueda ver en un futuro no lejano. ¿Qué más podremos ver?, ¿estamos ciertamente preparados?
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