La Nueva España » Cartas de los lectores » Residencias de mayores: "Moritorios mortuorios"

Residencias de mayores: "Moritorios mortuorios"

7 de Abril del 2020 - Ángel Lozano Heras (Oviedo)

Los españoles dentro de diez años seremos más viejos y estaremos más solos. La pirámide de población de España continúa su proceso de envejecimiento, aumentando la proporción de personas de la tercera edad. Actualmente, según padrón del INE, somos 47 millones de habitantes, de los cuales nueve millones tienen 65 o más años (el 25% de ellos son octogenarios). Eso supone que el 20% de los españoles son muy mayores. Y especialmente Castilla y León y Asturias son las comunidades más envejecidas, con más del 25% de ancianos de su población.

Desde la mitad de la década de los noventa, época de bonanza, de "vacas gordas" económicas, han pululado en nuestro país -como pingües negocios- todo tipo de residencias de mayores, pisos, hogares municipales, centros de titularidad pública, privada o concertada.

Los antiguos asilos, o psiquiátricos geriátricos, se reconvirtieron en residencias de mayores. Pero ahora, con la pandemia de COVID-19, han pasado en pocos días de ser eso, residencias, a ser centros "moritorios", premortuorios o casas de la morgue directamente.

A día de hoy ya han muerto más de 4.500 ancianos por coronavirus en residencias de mayores de toda España. Es más del 30% de los fallecidos por la pandemia en todo el país. Son cifras muy alarmantes y van en aumento. Posiblemente en unos días superaremos los 15.000 difuntos. Además, los que han dado positivo por COVID-19 se cuentan por miles y miles en las residencias públicas y privadas. Recordemos que en toda España hay unos 400.000 ancianos ingresados en casi 6.000 residencias. Nuestro país tiene ya más de 13.000 muertos y 135.000 contagiados..., a la espera de futuras cifras más exactas con la dolosa realidad, pero pueden ser varios miles más.

El jodido bicho vírico ha campado a sus anchas en la mayoría de estas residencias de mayores y en centros asistenciales para discapacitados. El letal COVID-19 volaba por el aire sin control, rastreaba los suelos, infectaba las camas, los baños, los comedores y cocinas. Lo transportaban los enfermeros, celadores, visitantes familiares, médicos, personal de servicio, de limpieza, proveedores y residentes ancianos. La epidemia vírica ha hecho en esos hogares de abueletes una escabechina mortal, de padre y señor mío.

Desde que el PP inició -en 2012- esa política de recortes sociales y reformas laborales restrictivas se destruyeron los servicios públicos, especialmente en la sanidad y en las comunidades autónomas en las que han mandado los peperos en los últimos ocho años. Los gobiernos del PP han descapitalizado lo público para demolerlo y poner España en manos de los fondos "buitre" y de inversión y en manos de los carroñeros financieros y del "lobby" de la industria farmacéutica.

Ahora mismo, la inmensa mayoría de las residencias geriátricas del país se encuentran desbordadas. En algunas, inclusive, el colapso es enorme, mezclados residentes sanos con los asintomáticos y con los contagiados. En otras, pocas, han tenido que convivir algunos días con los cadáveres de algunos por saturación e ineficacia de las funerarias. Las morgues han estado varios días anegadas de cajas de cadáveres de personas mayores de 70, 80 y 90 años.

Las quejas, como en casi todos los centros: no tienen apenas medios humanos ni recursos sanitarios clave para afrontar esta pandemia.

Varias residencias geriátricas, fundamentalmente en Madrid, han hecho un llamamiento urgente a las familias para que lleven a sus casas a los familiares sanos o asintomáticos. Y así aliviar esta insostenible situación, evitando los contagios masivos y los óbitos.

Son principalmente las residencias de mayores y centros asistenciales para discapacitados, etcétera, en las comunidades autónomas de Madrid, Castilla y León, Cataluña y Castilla-La Mancha, las más perjudicadas por el virus y con más víctimas mortales. En ellas "convive" el caos sanitario con una pésima organización. Es más, algunas autoridades autonómicas, y el Gobierno de la nación han tenido que intervenir bastantes residencias por su desastrosa gestión de la crisis pandémica.

Es verdad que, excepcionalmente, algunos gestores de estos centros estimulan a sus residentes con diversas actividades, manteniéndolos dinámicos y "entretenidos", con contacto familiar por videollamadas o internet, informándoles de su estado de salud.

La sanidad privada y las residencias privadas, salvo muy contadas excepciones, han quedado retratadas por su irrisoria solidaridad y por su exceso de egoísmo "pesetero". El presidente de esta patronal privada de la salud pide al Gobierno que financie el 75% de su facturación, en plena crisis pandémica, para empezar a hablar de colaboración. Siempre se han lucrado -sacando tajada- con la salud de los españoles, y especialmente con la de la tercera edad. Y lo quieren seguir haciendo en plena crisis.

Cartas

Número de cartas: 49001

Número de cartas en Diciembre: 124

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador