El rebrote de las paperas y la aparición del COVID-19
En estos últimos días, en los que la preocupación por el coronavirus se mantiene vigente, he despertado el interés por otro fenómeno que me inquieta enormemente y al que no sé dar una respuesta concluyente.
En mi circulo social, son ya siete personas las que me han explicado, muy preocupadas, que están sufriendo de paperas. Si bien todas ellas, varones, forman parte de mi entorno, ninguna se conoce entre sí, pues residen en localizaciones distintas y no hay vínculos profesionales ni sociales que los unan.
No soy experta en el ámbito de la medicina, aunque sí me declaro ferviente curiosa. ¿Cómo es posible que una enfermedad hasta ahora silenciosa, que parecía prácticamente erradicada y cuyos pacientes solían ser niños de hasta 12 años, esté afectando a adultos de entre 20 y 30 años? ¿Estamos ante el rebrote de otra enfermedad vírica?
Si bien tiendo a alejarme de la infoxicación imperante estos días (por propia salud mental y por la de los de mi alrededor), he precisado indagar un poco acerca de la cuestión, pues, irremediablemente, la pregunta es inevitable. ¿Tiene relación el rebrote de las paperas con la aparición del COVID-19?
Ambos virus disponen de una estructura anatómica similar. Así lo han concluido los científicos en busca del tratamiento idóneo para la afección, en los distintos procesos experimentales que tienen lugar, actualmente, en China. La estructura del coronavirus, dicen, es extremadamente similar a la de los paramixovirus (familia que agrupa las paperas, el sarampión y la rubéola).
No deseo pasar por alto los datos. Desde el inicio de este 2020, se han registrado ya numerosos casos de paperas en Cataluña, Asturias, Ferrol y Valladolid, hecho que algunas autoridades sanitarias han atribuido a un motivo aparentemente convincente: las cepas usadas en la década de los noventa para la fabricación de la vacuna no eran especialmente inmunógenas.
¿Es esta una mera casualidad, o es posible que, ante el nuevo virus, algunas personas estén desarrollando otras infecciones distintas de las que nos han sido expuestas?
¿Estamos pasando por alto conexiones entre patologías? ¿Somos profundos desconocedores de los efectos reales que tiene el coronavirus (que ya devienen dispares y sumamente genéricos), o son, las mías, simples conjeturas?
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

