La Nueva España » Cartas de los lectores » Dios castiga sin palo ni piedra

Dios castiga sin palo ni piedra

7 de Abril del 2020 - Francisco González Javier (Gijón)

La negligencia criminal del Gobierno sociocomunista, que gastó en ideología y no en el acopio sanitario aconsejado por la OMS y la UE, hace que España sea el país del mundo con más contagios, muertes y personal sanitario infectado por millón de habitantes. Esta hecatombe supera con creces el mal presagio que tuve el pasado otoño al ver a unos rojos enloquecidos que, en vez arreglar la vida de los vivos, enredaban con el cadáver de Franco. Aquellos presentimientos los expresé en la carta titulada “No trae dicha denigrar a los muertos”.

Está claro que fue un error el enterrar a Franco en el Valle de los Caídos, pues no fue víctima de la Guerra Civil. Hubiesen acertado si, por ejemplo, junto a José Antonio hubiesen enterrado al anarquista Durruti, fallecido el mismo día que el falangista; así, los dos bandos estarían representados. Tampoco acertó Pedro Sánchez al decir: “Nos costó mucho deshacernos de un régimen opresor”. Tanto no costó si Franco murió en la cama, y tan opresor no era si creemos al Premio Nobel de Literatura Solzhenitsyn, que vino a España con el régimen en pleno vigor y dijo: “Si gozásemos en la URSS de vuestras libertades quedaríamos boquiabiertos”. Y un intelectual como Pérez-Reverte, nada franquista, afirmó: “Nunca hemos sido menos libres. Yo viví los 70, aún bajo el franquismo, y fuera de la política, la libertad era absoluta”.

No presagia nada bueno para España que los que acusan a Franco de genocida, cuando fue él quien paró el genocidio contra la Iglesia católica, lo denigren por las televisiones. Y es sintomático que en pocas horas haya coincidido la filtración de la sentencia del “procés” con el cierre del Valle de los Caídos impidiendo a la gente oír misa, y que al día siguiente, día nacional de España, el paracaidista y la bandera española que portaba se estrellaran contra una farola, y, a los dos días, en Barcelona comenzó la quema de sus calles en un clima subversivo de lo más parecido al 34.

Tanta casualidad me recordó otra ocurrida en los años 80, en la Universidad Laboral de Gijón, cuando cayó un rayo sobre su iglesia. No fue buen presagio que de las veinticuatro imágenes de santos que hay en la fachada decapitara a San José, el patrón de los obreros. Aquel suceso, en plena reconversión industrial y con la izquierda despreciando ese edificio, anunciaba el desguace del tejido industrial que universidades laborales y numerosas escuelas de formación profesional hicieron posible que, a la muerte de Franco, España fuese octava potencia industrial, séptima nuclear, segunda flota pesquera, tercera en astilleros (seis había en Gijón), tercera en embalses, etcétera, más todos los logros sociales que los “progresistas” niegan.

Ahora, los jóvenes asturianos son “leyendas urbanas” dispersas por el mundo, mientras los progres, que querían derribar la Laboral, la usan para sus eventos “Kulturales”. Y a los abuelos, con las pensiones en el aire, nos quitarán las pagas extras. Total, son franquistas.

Cartas

Número de cartas: 49001

Número de cartas en Diciembre: 124

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador