Va por ustedes
Sentimientos a flor de piel, la carne de gallina y las lágrimas a punto de mojarnos esos delantales de papel “quirófano” que llevamos sobre nuestros pijamas con mascarillas a juego, todo eso aflora cuando nos asomamos si podemos a las ocho de la tarde para agradecerles los aplausos.
Desde los centros de salud de todo el Principado de Asturias el personal de los EAP (equipos de Atención Primaria) durante las mañanas y los integrantes del SAC (servicio de Atención Continuada) junto con los integrantes de los servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) durante las tardes, noches, festivos y fines de semana, todo el personal de Atención Primaria integramos un colectivo hasta ahora bastante ignorado por las televisiones que en su mayoría solo emiten imágenes de los hospitales saturados por el temido coronavirus.
Somos celadores, auxiliares administrativos, auxiliares de clínica, empleados de los servicios de limpieza, enfermeros, médicos, directores de enfermería y directores médicos (jefes que no paran apenas ni a comer teletrabajando desde sus despachos y acudiendo a cubrir nuestras eventuales necesidades a pie de obra), con nuestros queridos vigilantes de seguridad itinerantes desde su base para protegernos y requerir la ayuda de las fuerzas de seguridad cuando es necesario.
Desde aquí les agradecemos sus aplausos y les aplaudimos a todos ustedes por su civismo y solidaridad, salgan a aplaudirnos o no, aguantando con paciencia este confinamiento tan duro por el bien de todos.
Y merecen también todo nuestro reconocimiento los dueños y empleados de las tiendas de alimentación, los empleados de gasolineras y los repartidores de cualquier tipo de mercancía de primera necesidad, los trabajadores de montajes y empresas de construcción o fábricas diversas, los carteros, los policías, guardias civiles y militares, los empleados de banca, los periodistas de la prensa escrita y audiovisual, los abogados y funcionarios de Justicia, los profesores y maestros, los sanitarios y no sanitarios de los hospitales y de las UCI, que son nuestros verdaderos salvadores, esos vecinos desconocidos que ayudan a los ancianos de sus edificios, los taxistas y conductores, los autónomos de todo tipo...
Y gracias a ti, pequeño inocente que no entiendes la situación pero dibujas esos arco iris maravillosos inundando de ilusión las redes, iluminando nuestras vidas con vuestras miradas y esas risas que volverán a escucharse en los parques muy pronto.
No olvidaremos nunca estos aplausos.
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