Jóvenes: alcohol y tabaco
¿Para qué tenemos leyes?
Con esta carta quiero hacer pública la vergüenza que supone que en el país tengamos unas leyes y no exista capacidad de hacer cumplirlas.
¿Cómo podemos los padres controlar que nuestros hijos menores no adquieran alcohol o tabaco si no contamos con la colaboración de estancos, bares y supermercados, si estos establecimientos incumplen la ley al no exigir el DNI a todo joven o “jóvena”, ante la mínima duda de la edad del mismo, cuando estos entren a comprar la mercancía prohibida? Basta ya.
Los estancos, bares y supermercados tienen que ser conscientes de la importancia del papel que juegan a la hora de colaborar en la prevención de futuras adicciones en los menores de edad cuando venden alcohol y tabaco a los mismos. Se convierten en cómplices del delito de los menores.
Estaría bien, en definitiva, que tanto padres, autoridades y establecimientos dispensadores de alcohol o tabaco colaborasen en dificultar el acceso al alcohol y tabaco a nuestros menores de edad (menores de 18 años, por si algún lector no sabe la edad legal de la mayoría de edad) intentando con ello evitarles sinsabores a sus vidas y lograr prevenir adictos del mañana.
Deberíamos cuidar todos un poco más a nuestros menores y otro gallo nos cantaría.
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