¿Nos callamos?

Este puñetero virus ha venido a poner negro sobre blanco, dejando constancia de que en modo alguno estábamos preparados como nos habían prometido, y pone de manifiesto, fuera de ideologías y partidismos, la actuación de nuestros gobernantes.

Pregunta: ¿El Gobierno lo ha hecho bien o lo ha hecho mal?

Respuesta: España se ha convertido en el país del mundo con mayor tasa de mortalidad por millón de habitantes. Fin del debate.

El artículo podría acabarse aquí, pero quedaría muy corto, así que voy a aprovechar para recordar la frase que en su turno de réplica del jueves pasado pronunció nuestro presidente: "Gobernar es anticipar soluciones"; queda bonito y hasta épico, pero son solo palabras porque los hechos le desmienten con estrépito.

Con la venia de George Orwell, que en brillante alegato dijo: "Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír", yo, desde esa libertad que presupongo, quiero recordar hechos que otros no quieren oír.

- La OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró, el 30 de enero, la emergencia sanitaria global, sin que nuestro Gobierno reaccionara hasta el 9 de marzo.

- El director técnico de emergencias sanitarias declaró, el 31 de enero, que esta epidemia (hoy pandemia) solo afectaría a España con dos o tres personas infectadas. Llevamos 166.000.

- El Ministerio de Sanidad dijo en febrero: "En España tenemos mecanismos suficientes de contención, que incluyen protocolos clínicos, una red asistencial y de salud pública coordinada y capacidad suficiente para el diagnóstico y tratamiento de los casos"; al tiempo que omitía la toma de medidas para proveernos de recursos clínicos y protectores (mascarillas, ropa, EPI, respiradores, etcétera). Todavía estamos buscando proveedores que no nos timen.

- La ministra Calviño dijo el 5 de marzo: "El impacto será poco significativo". Menos mal.

- El Gobierno disponía, antes del 8M, de información de la OMS y del Centro Europeo para Control y Prevención de enfermedades para suspender actos multitudinarios. Ni caso.

- Pedro Sánchez está denunciado ante el Supremo por permitir el 8M. Prevaricación.

- Es una evidencia recurrente la falta de mascarillas, batas, respiradores; la falta de profesionales, la falta de organización, la falta de protocolos y la falta de liderazgo.

- Ha habido una total descoordinación entre el Gobierno y las comunidades autónomas, ocasionando el caos en el abastecimiento de recursos externos de protección de sanitarios y población en general, con evidentes retrasos injustificados en su provisión.

- Tenemos el récord mundial de sanitarios contagiados.

- Los ministros y otros cargos han dado pésimo ejemplo contraviniendo las medidas adoptadas por el propio Gobierno de aislamiento y prevención.

- La Moncloa, haciendo oídos sordos a las recomendaciones de la OMS y del sentido común, permitió hasta el 15 de marzo la exportación de test para detectar el COVID-19.

- El Ejecutivo de Pedro Sánchez fue denunciado por el Sindicato de Enfermería (SATSE), ante la Organización Mundial de la Salud por "negligencia y actuación tardía".

- A Sanidad se le ocurrió la "feliz" idea de enviar a sanitarios con síntomas leves del virus a combatir el virus a la semana de haber enfermado.

- Estamos a las puertas de sobrepasar los 20.000 compatriotas muertos.

- El ministro de Sanidad recomienda ahora el uso de mascarillas, cuando había dicho que "las mascarillas no son necesarias para ir por la calle" (un mes perdido).

- El lendakari Urkullu critica a Sánchez por las videoconferencias: "No es admisible la desorientación que provocan. Cada vez me resulta más difícil esta permanente escenificación".

- La prensa internacional ("The New York Times", "The Guardian", "Le Monde", "Bild", "La República") han criticado duramente lo que ellos han definido como el "desastre español".

Estos y otros muchos ejemplos nada tienen que ver con opiniones, ideologías o puntos de vista; son hechos. ¿Qué hacemos? ¿Nos callamos?

Mientras, el Gobierno "regala" 15 millones para las TV, todas progres, Antena3+La Sexta, Tele5+Cuatro, que han obtenido muchos millones de beneficio.

Mientras, el Congreso se niega a tocar las dietas de los diputados (635.000 euros/mes) para luchar contra el virus, "porque son un derecho, no una obligación".

Mientras, la Agencia Tributaria y sindicatos acuerdan un plus salarial de 50 millones, pese a la crisis del coronavirus.

Mientras, las patronales CEOE y CEPYME plantan al Gobierno (al que acusan de "manipulación) y desmienten a Pablo Iglesias.

No se trata de buscar hoy culpables, o echar vinagre a las heridas, pero es recomendable, y hasta saludable, tratar a los españoles como adultos, reconocer errores y prevenirlos, para que no vuelvan a suceder. Bajo esa premisa sí es posible el pacto "blanqueador" que ansía el Gobierno con la oposición; lo demás, marear la perdiz sin sentido, mientras el país se desangra por los cuatro costados.

"Cada mentira es una deuda con la verdad que tarde o temprano hay que pagar", palabras del científico soviético Valeri Legásov tras el accidente de Chernóbil.

¿Qué hacemos? ¿Nos callamos?

Saludos cordiales.