Contagio sanitarios y ancianos
España encabeza la lista (de entre todos los países del mundo) con más contagios entre nuestros trabajadores de la sanidad, ¿por qué? Alguien debiera dar explicaciones.
También tiene otro récord, el de ancianos contagiados y muertos en nuestras residencias. ¡Qué País!
No es de recibo encuadrar lo tanto que presumíamos de tener la mejor sanidad del mundo con estas cifras. Como tampoco encaja el número de muertes por el COVID-19. Lo único cierto es que estamos entre los cuatro primeros en todo: contagios, muertes y sanitarios y ancianos contagiados.
Nuestra sanidad no era la mejor ni mucho menos, estábamos en una especie de "coge fama y échate a dormir". Sí lo fue, no lo es, no lo era, ya las listas de espera eran de verdadero escándalo en muchas especialidades para entonces ya haber empezado a buscar responsables y culpables. Las gestiones y direcciones no eran las adecuadas y, claro, cuando viene algo así, salen al descubierto las goteras. Más que goteras eran torrentes, y sin canoas.
Lo de las residencias de ancianos es concluyente para, de una vez por todas, no dejar en manos privadas y tampoco públicas sin el control necesario la vida de nuestros ancianos. No es a posteriori, pueden repasar, lo venía denunciando desde años atrás, las denominaba "cementerios vivientes", nunca mejor aplicado que ahora. Apilados por los pasillos, meados y cagados, entremezclados y aburridos, sus caras lo decían y expresaban. ¿Qué hacemos en esta vida? ¿Qué retoños hemos criado? Todo eso lo veían ustedes ¿Qué hicieron? Ahora siguen impasibles sin poder parar esta masacre humana. Si son incapaces, ruego lo dejen, ¡dimitan! Pero no sigan si ven que la situación les desborda. Hablo de todos los políticos, sus asesores y expertos, los del Gobierno y los de la oposición, todos unos carajillos que se metieron a jugar a maduros cuando solo son unos principiantes para todo. No jueguen con la vida de la gente, ¡váyanse! Solo saben dar cifras frías, sin poner explicación a todas ellas. Después de un mes confinados, ¿de dónde salen los contagiados, los muertos? ¿De casa, trabajo, a la hora de la compra, en los alimentos, medicamentos...? No sé, ustedes deben saber. Si no saben dar respuestas, ¡váyanse! Para contar muertos vale cualquiera.
Este maldito virus quizá nos sirva de ejemplo para después de que pase, invertir en sanidad y en residencias de ancianos donde no falten medios y profesionales, donde las inspecciones sean obligadas y severas los correctivos. Una sociedad que no protege a sus ancianos está podrida en todo su ser.
Tengo que soltarlo, lo siento, en esos aplausos diarios se observan irresponsabilidades flagrantes: antes salían cuatro en representación de todos y todas, ahora hasta van bandas de música, suben procesiones de policías y sale todo el hospital a un baboseo mutuo imposible de aguantar, todo en jornada laboral. Entre otras cosas porque salen con los aparejos de protección: guantes, gafas, mascarillas, batas... y vuelven a entrar con ellos puestos. Resulta que cuando tienes un familiar con un hongo o una bacteria en el hospital, si sales al pasillo sin quitártelo, ya no te dejan volver a entrar en la habitación con lo mismo. Es más, debes quitártelo todo en la habitación.
Como verán, entra en contraposición con ese desfile de sanitarios con el traje de faena puesto, todo eso roza la inconsciencia de todos, principalmente de los mandos al cargo. Todo va en contra de la asepsia obligada. No me extraña que se contagien tantos.
Ustedes no necesitan aplausos, la profesión que elige cada cual es obligación, no heroicidad. Lo que necesitan es reconocimiento en forma de salarios y jornadas adecuadas, en darles todos los EPI para desarrollar su cometido con seguridad y protección y, por supuesto, claro que tienen mi admiración, pero, lo siento, sin baboseo incluido.
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