Carta al Presidente
Estimado presidente,
El 14 de marzo decretaron, por fin, el estado de alarma. Más vale tarde que nunca. Lo cierto es que las medidas de confinamiento están dando unos resultados muy buenos en España, que está "aplanando" la famosa curva a una velocidad digna de alabanza. Ello debe de ser un motivo de enhorabuena para la sociedad española en su conjunto, que tiene unos profesionales sanitarios heroicos y un comportamiento colectivo ejemplar.
Esta crisis que estamos viviendo tiene al menos tres componentes no disociables: una primera sanitaria, seguida de la económica y la social. Todas ellas tienen una importancia central, que asumo está siendo valorada en las decisiones drásticas que se toman día a día. Es evidente que el quedarse en casa tiene unos efectos positivos en la crisis sanitaria, pero a nivel económico y social no es algo sostenible indefinidamente, y esto no ha hecho más que empezar. Por ello, la gestión de la salida paulatina del confinamiento resulta compleja y trascendental en este punto.
Yo quiero hablarle de un aspecto social de la crisis, la situación de los niños, una vez que llevan cuatro semanas recluidos en casa. Comparto que dada la gravedad de la situación las medidas tomadas entonces resultaban imprescindibles, pero alargar su reclusión más de la cuenta puede tener consecuencias desastrosas. Cada día que pasa cuesta más explicarles a nuestros hijos por qué los perros pueden salir a la calle y ellos no. Llegará el momento en que tendremos que discutir sobre ello como sociedad.
El encierro total de los niños tiene que acabar. Gestionarlo no será fácil, evitar las aglomeraciones es fundamental y la gente entiende mucho mejor los mensajes claros: no se puede salir y punto. Es difícil, claro, pero es su tarea abordar los problemas con valentía y a tiempo cuando las cosas se ponen serias. Limiten el tiempo, la franja horaria, la zona por la que pasear, lo que quieran. Espíen nuestros móviles sin piedad, no importa, ya lo hacen otros, pero déjenles salir un rato al día.
El día 26 de abril se termina el confinamiento total de mis hijos. A partir de ese día saldremos a dar un paseo diario, espero que con su permiso.
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