La ansiedad, ¿síntoma del coronavirus?
Qué poco nos habíamos parado a pensar en esto. Y cuánta falta nos hace hoy.
El bienestar emocional mueve el mundo y no nos habíamos dado cuenta hasta ahora. Hoy, que corren peligro nuestra salud, nuestra familia, nuestro trabajo, nos preocupa nuestra salud mental. ¿Y sabéis por qué? Porque no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. Y no soy yo muy de refranes, aunque algunos me gusten. Pero este nos ha venido al pelo.
Y ahora es cuando venimos los psicólogos y os decimos que tranquilos, que estamos aquí para ayudaros a todos. A los que renegáis de nosotros y pensáis que nuestra profesión, aunque sanitaria, es cuestión de fe. A los que nos habéis llamado para trabajar gratis o para ser voluntarios. A los que no nos habéis dado valor. Para vosotros también. Para todos.
Las consecuencias nefastas y objetivas del confinamiento las hemos visto todos, saltan a la vista. Y si no, ya se encargarán de mostrárnoslas. Pero, ¿os habéis parado a pensar en las consecuencias psicológicas?
La ansiedad se produce cuando mi pensamiento va por delante de mi vida, o cuando mi mente me pone constantemente en estado de alarma. También produce ansiedad la incertidumbre. Cuando la ansiedad llega al punto máximo llegan los ataques de pánico. Puede pasar que, si no busco ayuda, no me apetezca salir de casa, que salir de casa se traduzca en una total y absoluta odisea, que los espacios abiertos me generen tal descontrol que la agorafobia toque a mi puerta. Quizás, tras muchos días sin salir de casa, mi cabeza me diga que no me apetece hacer nada, que todo va a salir mal. La apatía y la desgana se apoderen de mí y desarrolle sintomatología depresiva. Después está el trastorno de estrés postraumático, aquel que aparece ante una situación extraordinaria que supone una experiencia traumática y que me generará a largo plazo pensamientos negativos, pesadillas, conductas evitativas y reexperimentaciones del suceso traumático. ¿Y el TOC? El TOC se caracteriza por un patrón conductual o cognitivo que se lleva a cabo para evitar que sucedan los acontecimientos que se presentan a través de pensamientos obsesivos condicionando nuestra vida. Lavarse las manos hasta el punto de tenerlas "en carne viva" sería un ejemplo.
Nadie, repito, nadie está exento de esto porque, queridos, esto está pasando.
Eso sí, tranquilo, que el vecino del cuarto, la hija del hermano de mi cuñada, el médico de cabecera, mi primo que es enfermero y ha trabajado en el 112 y todos los estudiantes de Ingeniería Mecatrónica están dispuestos a escucharte voluntariamente y por teléfono.
Por favor, ya está bien, pongámonos serios.
Ojalá no tengan que venir nunca más pandemias para que os deis cuenta de la falta que hacemos.
Firma una psicóloga orgullosa y feliz de haber escogido su trabajo. Dispuesta a ayudarte siempre que lo necesites.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

