25 años de Semana Santa en Oviedo, en los más de 400 años de existencia de la Cofradía de Jesús Nazareno
Se tiene constancia de la existencia de la Cofradía de Jesús Nazareno en fechas anteriores al año 1622, fecha del documento más antiguo que se conserva en el Archivo Histórico Municipal de la ciudad de Oviedo, situándose probablemente la fecha de su constitución en los inicios del siglo XVII o finales de la segunda mitad del siglo XVI, asociada a la fundación del convento de Santo Domingo en el año 1518, solar en el que desde siempre ha tenido su sede. La cofradía pasó por diferentes momentos de mayor y menor esplendor en sus más de 400 años de historia, e incluso en los momentos en los que la cofradía no desarrollo sus actos públicos en forma de procesión, la Orden Dominica y los devotos de Jesús Nazareno mantuvieron viva y siempre con gran afluencia de fieles su principal función religiosa, la novena a Nuestro Padre Jesús Nazareno. Ya en su historia más reciente, en la década de los sesenta del pasado siglo, la Cofradía de Jesús junto con otras de la Semana Santa cae en un letargo de más de un cuarto de siglo, años en los que sí se sigue celebrando la novena, y el interés y amor hacia su cofradía del hermano Ángel Álvarez "Ronderos", quien formo parte de su junta de gobierno, permitió salvaguardar parte del material de la "Congregación" que él mismo custodió. Así, en la tarde de un Miércoles Santo 12 de abril de 1995, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno salía de nuevo a las calles de la ciudad de Oviedo, cumpliéndose los sueños de un reducido grupo de hermanos, entre los que es justo destacar la figura de Alejo Barreiro y Aladino Cazón.
Esa tarde fuimos un reducido número de hermanos los que tuvimos la suerte de poder completar la Estación de Penitencia, uniéndonos a todos un vínculo especial hacia la imagen de Jesús cargando con la cruz y hacia la "Congregación". En mi caso mi abuelo Enrique, quien a través de mi madre me pasó su testigo de compromiso y amor a esta cofradía a la que tengo la satisfacción de pertenecer como hermano y haber sido miembro de sus juntas de gobierno durante más de doce años, siendo hermanos mayores Felipe Díaz Miranda y Alejo Barreiro Alonso.
Son muchos los hermanos que durante este periodo de tiempo nos han ido dejando en el camino de la vida, Ángel Álvarez "Ronderos", Jesús Zapico, Aladino Cazón, Alejo Barreiro, José Franco, a todos ellos, y muchos otros que ya no están en la parte más visible de las cofradías desempeñando cargos en las juntas de gobierno, quisiera manifestarles desde estas líneas un agradecimiento y reconocimiento a su tarea y dedicación obstinada hacia sus hermandades y cofradías. Un reconocimiento que, por supuesto, hago extensivo a todos aquellos hermanos que voluntariamente dieron parte de sus vidas a la reconstrucción de las cofradías de la ciudad, en aquellos tiempos en los que todo estaba por hacer, desde la aprobación de las reglas hasta la recuperación del patrimonio material que hoy podemos disfrutar. Nombres como Felipe Díaz Miranda, Juan Velasco, José Alfredo Fernández, Ricardo Loy, José María Varas Baizán, Miguel y muchos otros, vinculados a las hermandades y cofradías del Nazareno, Santo Entierro, Jesús Cautivo y Silencio, son algunos de los nombres para la historia de nuestra Semana Santa que no deben caer en el olvido y que merecen un justo reconocimiento por parte de todos.
En la actualidad son seis las cofradías que componen el conjunto de penitenciales que dan testimonio público de fe en los días de Semana Santa, y todas ellas han ido evolucionando de forma natural hacia un estilo que se ha ido labrando con el paso de los años, unas con influencia leonesa, otras con una clara influencia andaluza como la Hermandad de los Estudiantes. Con la perspectiva que da el tiempo, cada una de ellas se ha consolidado con sus formas y maneras, mereciendo todas ellas respeto y consideración, pues detrás de todo ello hay trabajo, voluntad y sobre todo fe.
En estos días, en que por motivo del estado de alarma declarado por la crisis sanitaria que tan tristemente estamos padeciendo ninguno de nosotros hemos podido estar cerca de nuestros hermanos, para intercambiar vivencias, ilusiones y los preparativos de esta Semana Santa del año 2020 que ya ha pasado. Sin embargo, y desde la distancia en Madrid, ciudad donde vivo, he podido ser testigo de numerosas iniciativas, a través de las redes sociales, para mantener vivo y presente ese espíritu de hermandad que debe ser común y transversal a todas ellas. En este sentido quisiera destacar el trabajo de Ray Porres, hermano entusiasta de nuestra Semana Santa, quien con su enorme y valioso archivo documental, en forma de imágenes y vídeos, día a día reprodujo las procesiones de la ciudad de años anteriores, manteniendo latente la llama que con certeza volverá a arder con fuerza el próximo año 2021. Las mesas de debate de la Hermandad de los Estudiantes, el trabajo en redes de Juanjo Castro Celeiro y muchos otros han colaborado a la consecución de este mismo objetivo en estos días en los que las calles de la ciudad permanecen desiertas.
Estas iniciativas particulares, el ejemplo de los hermanos que nos han dejado y los de ahora, deberían ser inspiración y motivo de reflexión y orgullo para cuando regresemos a las calles y las hermandades y cofradías retomen de nuevo su actividad y pulso habitual, comiencen una nueva andadura con una unión fortalecida, recogiendo e impulsando con fuerza el testigo de aquellos que hace 25 años soñaban con una Semana Santa como la que hoy tenemos y de la que estarían gozosos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

