La III Guerra Mundial
Así se está denominando a la lucha contra ese enemigo invisible y epidémico que ha declarado la guerra del mundo entero comenzando por China y terminando en Europa. Aquí, en este carpetovetónico país, con un elevado balance ya de afectados y fallecidos. Apocalíptica y fanática situación que nos sobrecoge a todos porque ese pandémico enemigo sigue avanzando por todo nuestro territorio, a pesar de la heroica contraofensiva que le hacen las fuerzas sanitarias, políticas, militares, policiales y ciudadanas, con abnegación y ejemplaridad. Sí, esta guerra comenzó en China, con una gran mortandad, pero pronto supieron hacer frente y combatir al pandémico enemigo, al que tiene ya prácticamente sitiado, en el resto del mundo no.
Esta guerra que está creando graves situaciones económicas y comerciales entre los países, sobre todo entre USA y China, y todo por el presidente americano que es un quisquilla y una majara que hasta con la UE se enfrenta y su política absurda e incongruente contraria a la grave situación que vive el mundo, que nos va a dejar a todos para el arrastre. Obligado se nos hace comentar la actitud de Rusia en esta guerra, es verdaderamente desconcertante el presidente Putin, malévolo personaje que bajo un disfraz democrático hay vivo un sovietismo estaliniano que pretende y planea perpetuarse vitaliciamente en el poder. Ese enemigo de la Europa unida y de EE UU, Putin, es un tipo peligroso que no acaba de enterar o admitir que el comunismo soviético cayó con el muro de Berlín.
Esta III Guerra Mundial no es como las otras dos anteriores, la de 1914 y la de 1939, con aviones, bombas, cañones y demás armamento bélico, pero está causando miles de víctimas y las que dejará aún. Lo que dejará este virus después es luto y dolor en tantísimos hogares, amén de una recesión de crisis que tendrá una dramática trayectoria social y económica que como antes dijimos nos dejará para el arrastre. Entonces sí que vamos a tener que estar unidos.
Sí, esta es la III Guerra Mundial contra ese virus al que tenemos que combatir también unidos, solidarios y en casa, dándose por entero a la familia y pensando y meditando, encontrándose uno consigo mismo para que luego, cuando nos venga la paz, nos encontremos con los demás. Hermanos todos.
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