Mientras el bicho mata a centenares, ustedes aplaudiéndose
Esos aplausos, ¡ya les vale! Se están muriendo a centenares de ancianos y salen a celebrar unidos tal masacre. Aquí no hay héroes hasta retorcer este bicho por los huevos. Por ahora, es él quien va ganado todas las batallas. Así que déjense de aplaudirse mutuamente (policías y sanitarios) ya que en el frente están cientos de profesionales de otros ramos dando el callo todos los días sin que nadie les aplauda. Empezando por el enterrador, basurero, cajeras, empleadas del hogar, cuidadoras de enfermos, ancianos y niños a domicilio, transportistas de toda índole, agricultores, ganaderos... esa pequeña tienda que atiende y reparte a domicilio, luego nos olvidaremos de ellas para pasear por las grandes superficies. Los medios de comunicación que nos informan y entretienen, profesionales que velan por averías y reparaciones que ustedes no saben ni que existen hasta necesitarlos... todos ellos tienen hijos y familia, tienen sus contagios y miedos. Qué decir de todos aquellos autónomos y pequeños empresarios que no son funcionarios y no saben cuándo, cómo y si podrán poner andar su negocio, su subsistencia... ustedes tienen asegurado el empleo y sueldo. ¿Héroes de qué y por qué? Su profesión es su responsabilidad y es su obligación. Cada cual tiene la suya en esta sociedad. Se les respeta mucho, todos nos sentimos orgullosos de ustedes (policías, guardias civiles y sanitarios), pero de ahí a sentirse a sí mismos héroes y salir en tropel saltándose todas las normas de asepsia para darse un baño de jarana, va un trecho.
Además, nos encontramos con médicos y enfermeras (como ocurría a partir de 2008 con la crisis financiera, por aquella eran economistas prediciendo el pasado) aconsejando no relajarse y seguir confinados todos, ya que el virus podría volver a reaparecer. ¿Cómo reaparecer? Sí lleva con nosotros todos estos días de confinamiento matando ancianos como churros. Además, ¿De dónde sacamos para pagar sueldos y pensiones, entre ellos los de ustedes? Quiere decirse que hay que ir abriendo con todas las cautelas y seguridad las empresas o el resultado será catastrófico económicamente. Incluso el fútbol a puerta cerrada, esos eventos generan muchos recursos y dan empleo. Solo deben confinarse las víctimas propiciatorias de este cobarde bicho.
Ahora salgan al balcón a seguir aplaudiendo mientras los políticos se pelean entre ellos a ver quién saca tajada de la desgracia o ventajas de los acuerdos. Trazándonos gráficos realizados sobre datos inconexos donde cada cual los da y cuenta como le parece.
Esa línea ascendente de los gráficos de todos los días que jamás llega a la cima y cuando baja lo hace tan lentamente que se hace eterno seguir mantenido el mismo discurso cada día, no son números primos o compuestos, son seres humanos que se mueren a centenares.
Así que cambien de proceder, sean humildes y pidan ayuda, apóyense entre ustedes, todos, pero sin héroes. Nosotros mientras nos acordamos de Antonio Machado: "Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio; contigo porque me matas y sin ti porque me muero".
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