Reflexiones ante este drama
Titulo así esta carta porque es lo que pienso: estamos viviendo un verdadero drama. No me gustaría estar en la piel de los que tienen que tomar decisiones importantes, pero siento la necesidad de hacer unas preguntas en voz alta basadas únicamente en lo que solemos llamar sentido común.
1.- ¿No deberíamos ser un poco más empáticos con tantas personas a las que esta situación les está golpeando más directamente y no hacer, por ejemplo, una comedia televisiva sacando bromas de estas circunstancias? Por supuesto que debemos intentar ser positivos y mantener el ánimo, pero ¿qué les puede parecer esto a los que han sufrido una o varias pérdidas familiares?
2.- Me encanta el aplauso a los sanitarios y a todos los que siguen trabajando para que los demás podamos tener cubiertas las necesidades básicas. Pero quizás esas personas agradecerían más tener unas condiciones de trabajo mejores. En el caso concreto de los médicos, conozco situaciones que serían difíciles de creer. En otros colectivos pienso que ocurrirá lo mismo.
3.- Todos queremos estar informados, pero ¿realmente lo estamos? Si los criterios para realizar test varían de una semana para otra, de unas comunidades a otras, cuando nos dicen el número de contagiados, ¿qué nos están diciendo?
4.- Doy por hecho que hay que respetar las medidas que nos imponen y creo que la ciudadanía estamos dando un magnífico ejemplo. Pero no puedo evitar pensar que, "aprovechando" esta situación, cada día se recortan más nuestras libertades sin que ni siquiera haya un debate social. Las circunstancias son distintas entre ciudades grandes y pequeñas, zona urbana o rural... ¿Tan difícil es individualizar algo las medidas? ¿De verdad hay que prohibir que se abra una iglesia para que una familia –con un número reducido de personas y todas las medidas de prevención necesarias– pueda celebrar un funeral por un ser querido? ¿Tendrá mucha influencia en la transmisión del coronavirus que a un entierro acudan cinco familiares en vez de los tres en los que se ha puesto el límite? No añadamos más dolor a estas situaciones.
5.- Lo mismo me pregunto respecto a la suspensión de la mayoría de las atenciones médicas
no relacionadas con esta pandemia. En muchos sitios está plenamente justificada, pero ¿en todos? Con las listas de espera que tenemos, ¿no habría que hilar un poco más fino?
Podría seguir haciéndome preguntas –debe de ser por el tiempo libre que nos otorga el confinamiento–, pero lo que quiero transmitir es que quizás debemos pensar un poco más. De lo contrario no sé si conseguiremos la ansiada inmunidad de rebaño, pero sí podemos acabar pareciendo un rebaño.
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