Un triste pero merecido homenaje
Hace casi un año, el 2 de mayo de 2019, escuchaba por primera vez en vivo, en el auditorio Príncipe Felipe, la pieza musical que ha despertado en mí una mayor obsesión, la obra que ha sido el último desencadenante de mi profunda melomanía: la Misa Solemne opus 123 de Ludwig Van Beethoven. Su compleja polifonía y el enorme grado de inteligencia y emoción con el que Beethoven introduce la subjetividad en una de las formas musicales que han sido tratadas, a lo largo de la historia de la música, con un mayor hieratismo, han conseguido que sea mi obra de cabecera (la cual escucho como mínimo una vez al día).
2020 está siendo un año complicado para el mundo entero y, en especial, para todos aquellos que queremos dar a Ludwig Van (como le gustaba al protagonista de "La Naranja Mecánica" llamarle) el homenaje que se merece por su 250 aniversario. Kirill Petrenko lo logró prematuramente el año pasado aprovechando su entrada como nuevo titular de la Filarmónica de Berlín, mostrando al mundo, desde la Puerta de Brandeburgo, su capacidad para ofrecer una versión digna de la gran novena, en la que se observa un interesante énfasis contrapuntístico (sobre todo en el primer movimiento) que recalca esa dialéctica entre luz y oscuridad que caracteriza a esta obra contemporánea de la Misa Solemne. Este concierto inaugural de la nueva etapa de la Filarmónica puede ser visualizado de forma gratuita en el Digital Concert Hall de su página web. Puede, sin duda, amenizaros esta cuarentena.
Todo lo que diga este humilde escritor (que un día se recostó en los cielos en nuestro querido Auditorio) para reivindicar a Beethoven entre una juventud que se deja llevar por las modas musicales más pedestres queda bastante corto. No estuvo desacertado Ludwig Van al darle ese final trágico a mi querida Misa: ese Agnus Dei que muestra la desolación y el desasosiego del género humano convierte a esta pieza musical en una obra por siempre contemporánea. ¿No es ese pesimismo final el de cualquier melómano que con un poco de reflexión levante la vista y observe a una juventud culturalmente perdida?
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