Libertad en tiempos pandémicos
¿Hasta qué punto está justificado restringir las libertades de una población para controlar una pandemia? ¿Hay límites en las medidas a tomar?
Desde luego, hay dos principios que son comunes en el pensamiento de todos: una vida no tiene precio y a nadie se le puede privar de su libertad sin motivo. Dentro de esto hay que buscar un término medio que satisfaga las dos premisas en la medida de lo posible.
Un ejemplo lo tenemos en la medida tan discutida los últimos días sobre si permitir salir a hacer deporte al aire libre o no. España es de los pocos países del mundo, y el único de Europa, en el que esa medida está vigente ahora mismo. Más allá de si puede haber problemas para controlar si la gente va a correr o qué va a hacer, como apuntó en la rueda de prensa del lunes 20 de abril el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lo cierto es que en el resto de los países de nuestro entorno también están descendiendo los casos de coronavirus, sin grandes diferencias con España en la magnitud de dicho descenso, pero sin limitar la libertad de la población para hacer deporte en la calle o, al menos, con limitaciones más laxas que la nuestra.
Ahora vuelvo al motivo principal de este texto, que es simplemente invitar a la reflexión sobre un tema. ¿Es ético mantener una medida que restringe la libertad de la población aun cuando esta puede no tener impacto sobre el control de la pandemia?
Luis López Fernández
Castropol
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