El PSOE se queda solo
Hacía mucho tiempo que no se veía en el Congreso a todos los partidos unidos como una piña contra el Gobierno. En efecto, ayer hemos contemplado como una moción del PP, para que no se congelen las pensiones en 2.011, lograba mayoría en la cámara con el apoyo de todos los grupos menos el PSOE. Pero esta imagen solo es un reflejo de lo que se comenta en la calle, en los bares, en los puestos de trabajo, etc. La gente ha despertado y salvo los fanáticos, todo el mundo coincide en que este presidente y este Gobierno son unos incompetentes y que cuanto primero caigan mejor para todos. Hasta en los medios afines a los socialistas se habla ya sin tapujos de que la situación que vive España es de emergencia nacional y, ahora sí, cunde el pánico por todas partes. Cuando algunos anunciamos la crisis y decíamos que los problemas económico, estructurales, y sociales del país eran de mucho mas calado de lo que se decía y que las políticas que se estaban haciendo eran un auténtico disparate, nos acusaron de catastrofistas y de vivir ajenos a la realidad. Ayer ha vuelto a caer el IBEX 35 mas de un 3%, dejando el índice rozando los 9.000 puntos, el mas bajo del año. Se acabó la confianza
Ante el desconcierto y la falta de ideas constructivas el Gobierno y sus incondicionales claman por la responsabilidad de la oposición, a la que constantemente invitan a arrimar el hombro. Los mismos que en asuntos como el aborto, por ejemplo, lapidaron las opiniones del PP, le piden ahora auxilio y consenso para hacer tragar a los ciudadanos las medidas que les dicta el FMI. Las culpas y las fechorías siempre es mejor compartirlas.
Cada vez aparece mas diáfano un panorama político patético. Los líderes de La Transición tenían otro nivel y otro grado de responsabilidad, de patriotismo y de compromiso con los españoles. Suárez, Fraga, Carrillo, Tarradellas, sabían el trabajo que había costado alcanzar la democracia y los peligros que se cernían sobre un proyecto tantas veces cercenado. Pero también tenían una mejor preparación y, sobre todo, no engañaban al pueblo. Para nadie es un secreto que Zapatero llega a la Secretaría General del PSOE en un momento muy difícil para los socialistas, tras perder las elecciones por los continuos escándalos del Gobierno de Felipe González y después de varios intentos fallidos de buscar un liderazgo (¿se acuerdan de Borrell y de Almunia?), pero, a la vista está, no era el hombre mas idóneo. El problema del PSOE es que una buena parte de la gente que se sienta en la Ejecutiva Federal y que, en definitiva, lleva la dirección del partido han perdido el norte o nunca han sabido donde estaba. No sería bueno para España que la socialdemocracia, que el partido socialista, se cayera al pozo, como pasó en Italia, por ejemplo. Ya va siendo hora de que alguien que crea que los principios y la vigencia de la izquierda tienen encuadre en el mundo de hoy y que son compatibles con el sentido común y con la necesidad de un cambio global, desde dentro, alce la voz.
Si el PSOE no es capaz de liderar el proyecto y los cambios que España necesita, otros lo harán.
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