España ladrona

Es repugnante que países que llevan años defraudando y despilfarrando exijan más ayudas y acusen de insolidarios a quienes cumplen. En Grecia no pagaban IVA, en Italia y España la economía sumergida supera el 20% del PIB, en Francia y España derrochan el dinero en subsidios y salarios sociales, en lugar de erradicar el fraude. ¿Acaso no hay coronavirus en el resto de países? Sí, ¿y por qué no piden ayudas? Porque en esos no hay fraude, ni economía sumergida, mientras que en España hay economía sumergida y fraude –bajas laborales, jubilaciones por enfermedad, salarios sociales, subsidios de desempleo, gratis total–; sin olvidar que hay empresas que llevan una década con ERE encubiertos. Por eso España está endeudada al 100%. Por eso aprovechan la excusa del coronavirus para pedir dinero con el que solventar el endeudamiento. Por eso los parásitos quieren seguir viviendo a costa de los trabajadores, de ahí que, sin ninguna dignidad, ni orgullo, como todos los pedigüeños, pidan más ayudas. Por ello es lógico que se las denieguen, pues son tan despreciables que no merecen ni que les escupan en la cara.

España es el país de la UE que más dinero ha recibido en fondos de la misma, dinero obtenido con mentiras y gastado fraudulentamente. Cuatro son las grandes partidas de fondos que afluyeron dinero a España.

1.ª Fondos estructurales. Con el argumento de mejorar las comunicaciones, España ha recibido alrededor de ciento cincuenta mil millones de euros, que se malgastaron en obras con un elevado sobrecoste final y que, en algunos casos, han sido infrautilizadas. Aeropuertos, autovías y líneas de alta velocidad concentran el grueso del gasto, para mayor enriquecimiento de los constructores. La Ma$onería u Oligarquía o Plutocracia internacional siempre gana, pues todas las obras han supuesto un coste muy superior al licitado y que presentan daños estructurales a los pocos años, cuando las calzadas romanas permanecen tras dos mil años.

2.ª Política Agraria Común (PAC). España ha recibido alrededor de ciento veinte mil millones de euros en subvenciones de la PAC, cuyo resultado se ha traducido en que España ha perdido en los últimos treinta años más del 60% de los afiliados a la S. S. agraria y que en el sector primario se concentra el grueso de la economía sumergida. Los bancos son los grandes valedores de la PAC, por ello gastan mucho dinero en campañas publicitarias para domiciliar las subvenciones de la PAC, miles de millones de euros que se han despilfarrado por los mismos que ahora se movilizan contra lo que eufemísticamente denominan “España vaciada”, cuando lo que realmente les interesa es seguir viviendo parasitariamente de las millonarias subvenciones de la PAC.

3.ª Fondos de cohesión. Alrededor de treinta mil millones de euros. Esta partida, que en parte ha estado unida a los fondos estructurales, tenía como finalidad equiparar las regiones atrasadas a las más avanzadas, y se desarrolló mediante el Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE). Un dinero cuyos resultados no se han visto plasmados en un desarrollo de las mismas, antes bien, la situación se ha enquistado o empeorado. Así, las más beneficiadas, como son Andalucía y Extremadura, a día de hoy siguen por detrás de otras que nunca han recibido fondos, al seguir liderando las cifras de economía sumergida y paro.

4.ª Fondos mineros. Alrededor de veinticinco mil millones de euros, destinados a reactivar zonas mineras donde la actividad minera debería haberse sustituido por industrias de nuevas tecnologías. A ello habría que sumar el dinero que España ha estado percibiendo para la transición de la minería de carbón no subvencionado. El caso paradigmático de la mala gestión de dichos fondos es la empresa Alas Aluminium.

Todo esto nos lleva a la siguiente conclusión:

1.º Las subvenciones son perniciosas, pues incentivan a los delincuentes y fomentan el parasitismo. Son la versión moderna de la sopa boba que hundió la España de los Austrias menores.

2.º Las regiones que no reciben ayudas son las que más avanzan, pues la misma necesidad les estimula a innovar, crear y trabajar. Los parásitos no se esfuerzan, ¿para qué, si los mantienen?

3.º Las regiones subvencionadas destruyen empleo –Asturias es la CC AA que más autónomos ha perdido este siglo– y generan economía sumergida –Andalucía, Extremadura y Asturias son las que más tienen.

A todo esto hay que añadir el excesivo número de políticos que hay en España, con sus escandalosos salarios, ¿qué trabajador percibe dietas por desplazamiento? Un dato para la reflexión, en Alemania hay menos muertos por coronavirus porque han hecho test de detección; en España no se han hecho pues para ello se precisaría de personal. ¿No hubiera sido mejor reducir drásticamente el número de alcaldes –ocho mil– y concejales –sesenta y cinco mil– de ayuntamientos con menos de cinco mil vecinos, y muchos ni llegan a los mil, lo que los hace totalmente insostenibles, y con el dinero ahorrado contratar personal como tienen en Alemania? Pero esto no lo quieren los políticos españoles, y luego dicen que los insolidarios son los demás.

Por eso los ingleses votaron “Brexit”, para que España no les siguiera robando; de ahí que cada vez son más los países que quieren establecer una nueva UE, donde estén excluidos los parásitos –España, Italia, Grecia, Francia–, por ello somos legión los que queremos otra Europa, que busque el bien de los honrados y trabajadores, en lugar de la actual, que defiende a vagos, maleantes, especuladores, mafiosos y corruptos. Solo puede hacer solidaridad donde hay justicia, y en una sociedad justa los parásitos desaparecen para que se mantenga el bienestar de la colectividad.

Se aproxima un largo y crudo invierno para esas cigarras cuando los caucásico-orientales nos ayuden a hacer justicia.