Yo no pago esta ronda
Esta sociedad no se puede permitir el lujo de ir unos contra otros. Las farmacias somos la primera línea de contacto con los ciudadanos. Piensen en su farmacia de confianza, o la de sus padres: las veces que han acudido a ella y el personal que hay al otro lado que se ocupa y se preocupa de su salud, la de veces que les han dado información gratuita, que les han aconsejado, que les han dirigido hacia dónde tenían que ir para solucionar un problema de salud… Los tópicos están en desuso, la farmacia no es ese negocio millonario que pudo haber sido hace 60 años. Soy titular de una oficina de farmacia desde hace cuatro años, tengo 46 años y mi sueño siempre fue ser titular una oficina de farmacia. Lo conseguí con 31 años en una oficina de farmacia rural en el pueblo de La Nueva, fueron los años más felices de mi vida. No creo que nadie pueda pensar que estamos para robar y hacer contrabando de mercancías. Hay mucho negocio alrededor de las farmacias: almacenes, distribuidores, comerciales, repartidores, por supuesto personal de la farmacia, informática, papelería... somos un negocio, sí, pero con vocación de servir, y ponemos unos márgenes acordes a la vida que nos toca vivir. En esta época de crisis se descubren las buenas y las malas personas con todo este tema de las mascarillas, geles hidroalcohólicos, etc. Creo que la mayoría de mis colegas y yo lo que hemos hecho es intentar partirnos la cara para abastecer a la población del material que necesita para enfrentarse a este coronavirus, y en muchas ocasiones pagando por adelantado a laboratorios, intentando dar soluciones a la población con listas de espera. Os puedo asegurar que esta semana han sido caóticas, primero, por encontrar el producto: por pelearte con el proveedor, con el teléfono que para de sonar… y todo esto para poner un margen razonado, que de esta no nos hacemos ricos, y encima tenemos que escuchar a los medios mal informados que nos dejan a la altura del betún. Quiero pensar que la gente de mi barrio no se cree ni media palabra de la sarta de mentiras que están diciendo en redes sociales y por la televisión y creo que la gente que nos conoce sabe que no somos “Farmafia”. La cruz de la farmacia no se apaga y eso el ciudadano lo sabe. Juntos saldremos de esto. Y mi más sincero pésame al colectivo farmacéutico por todos los fallecidos.
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