Insolidarios
En tiempos del presidente Sr. Zapatero, cuando ignoraba la crisis económica que ya teníamos encima, publique en estas mismas páginas y sección un escrito en el que en tono jocoso criticaba su política económica, y digo jocoso pues soy lego en economía y no puedo predicar en serio. Me refería a que un ciudadano comía todos los días langosta con el dinero que le prestaba su vecino, y cuando dejó de prestárselo porque no lo devolvía, no tenía ni para comer sardinas. Al de la langosta solo se le ocurrió criticar a su vecino llamándole insolidario. Esto está ocurriendo hoy en Europa, cuando los países del Norte, especialmente Holanda, se niegan a pagar los platos rotos de los del Sur, especialmente de España. No son insolidarios, sino que se niegan a pagar la langosta de los españoles mientras sus propios comen sardinas. Me refiero al pasado cuando el presidente Zapatero ignoraba las advertencias de Europa y tiraba el dinero alegremente. Gastar lo que no se tiene nos lleva a la ruina, y los países del Norte no quieren que vuelva a ocurrir.
En España solo se nos ocurre regar el país con subvenciones de todo tipo y en muchos casos con criterios ideológicos. Todavía hoy se habla de la “Gürtel”, que existió y es un borrón en el PP, pero que resulta una propina comparada con los ERE de Andalucía, mitad robo y mitad subvención ideológica y de proporciones inimaginables. Hubo quien consiguió dinero “pa asar una vaca”.
A propósito de la creación de la renta mínima de inserción que seguro será necesaria en estas circunstancias, a nadie se le ocurrió pensar que el Gobierno autorizó a los parados con subsidio y, sobre todo, a los que carecen de él a trabajar en el campo para recoger las cosechas, necesario no solo para los propietarios, sino para la población en general, y los pocos que acuden lo dejan al día siguiente. Se está mejor en casa viviendo del cuento que trabajando. El trabajo es duro, pero cuando las fronteras estaban abiertas, quienes venían no eran “superhombres”, eran personas normales con necesidades y ganas de trabajar.
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